¡NAHLE, NAHLE, NAHLE, NO PIERDAN EL TINO!

Opinión de Alejandro Pulido Gómez

Al igual que millones de mexicanos y veracruzanos, celebro que el Congreso de Veracruz haya aprobado la reforma constitucional en materia electoral. Esto con miras a que en los comicios de julio del 2024 prevalezca la defensa de la democracia y la participación de los aspirantes candidatos a gobernador o gobernadora de Veracruz, goce del privilegio máximo de los tiempos modernos que vivimos: la pluralidad.

El miércoles 3 de agosto de 2022, el Pleno de la LXVI Legislatura aprobó por mayoría, reformar en la Constitución Política local que: “Son veracruzanos las y los mexicanos nacidos fuera del territorio estatal que tengan hijos veracruzanos o una residencia efectiva de cinco años en la entidad”.  Esta modificación al artículo 11 de la Constitución local abre la oportunidad a la actual secretaria de Energía, Norma Rocío Nahle García, a ser postulada como candidata a la gubernatura del estado en 2024. Posibilidad que pone a más de uno, muy pero muy contentos.  Entre ellos, yo.  Ahora les daré mis razones para estarlo.

Rocío Nahle es una mujer con amplia capacidad comprobada.  Ha dado resultados positivos como ingeniera y como política, en lo particular considero que esta combinación de oficios la hacen una líder con muchos recursos para ejecutar con efectividad cualquier plan que se proponga. El presidente Andrés Manuel López Obrador le dio la encomienda de dirigir la Secretaria de Energía y entre muchas de las responsabilidades que el cargo le trajo, la más sobresaliente fue la construcción de una refinería.  Menuda tarea y misión cumplida.  La hoja de vida de Nahle describe a la apasionada ingeniera petroquímica con experiencia en los complejos de Pajaritos, Cangrejera y Morelos en la zona de Coatzacoalcos, Veracruz; a la eficiente diputada y senadora por MORENA, a la sobresaliente estudiante de diplomados en la prestigiosa Universidad Veracruzana; a la coherente articulista y escritora, y a la veracruzana de corazón, mi definición favorita.

Uno no escoge dónde nace pero sí dónde siembra su corazón. Rocío Nahle se ha forjado como una mujer chambeadora en suelo veracruzano y eso habla mucho mejor de ella que de aquellos quienes la critican porque tienen miedo de enfrentarla en las urnas.  Rocío es veracruzana porque se enamoró de una tierra que ennoblece a quien le entrega su vida.  Millones de veracruzanos la valoramos, la queremos como nuestra gobernadora.  Nahle no tiene derecho a fallar en Veracruz.     

Ya no le den más vueltas, no será Checo, ni Espejo, tampoco Exsome y aunque lo respeto mucho y reconozco su trayectoria, ni Ahued.  La candidata a la gubernatura del estado jarocho tiene que ser Rocío Nahle.  Es verdad que no la tiene fácil, mucho menos en una entidad dónde la política vibra en el ser de cada ciudadano.  Reza un viejo proverbio popular que veracruzanos, sólo hay de un tipo: “los que fueron políticos, los que son políticos y los que van a ser políticos”.  Pero esta circunstancia no debe quitarle el sueño a Nahle, quién ha sabido crecer su oficio como operadora dentro y fuera de MORENA.  Muchos reconocemos su astucia y habilidad para tejer con finura las redes en las bases que sostienen su proyecto.  Pero además de estas ventajas, tiene otras dos que la diferencian del resto de sus contendientes: es disciplinada y diligente, lo que se traduce de manera coloquial a qué irá por todas las canicas.

Y para alcanzar el objetivo, sin duda Nahle debe aliarse a figuras públicas que den buenos resultados.  Aquí es dónde meto aún más mi cuchara y pongo a consideración de la señora dos personajes que al poco tiempo de iniciadas sus gestiones se perfilan como funcionarios públicos exitosos: Ricardo Ahued Bardahuil, alcalde de Xalapa y Lissethe Martínez Echeverría, regidora 12 del ayuntamiento de Veracruz.

Ahued le sabe a la operación ejecutiva, es un solucionador nato.  Su gestión al momento se basa en encontrar los puntos deficientes de las anteriores administraciones y nos las culpa públicamente para excusarse de lo que pueda o no hacer, simplemente soluciona.  A mi parecer, un secretario de gobierno fino en toda la palabra.

Por otro lado Lissethe Martínez Echeverría, una entregada activista/regidora, preocupada por la protección absoluta de los derechos de la mujer.  Feminista de las reales, no de ocasión.  Justo ahora que se llevó a cabo a inicio del mes de julio el Carnaval de Veracruz, puso en marcha un protocolo de seguridad llamado “Taxis Seguras en Carnaval” donde la unidades del servicio de transporte público llevarían colocada una calcomanía en el parabrisas para que los usuarios supieran que son parte del programa de seguridad y vigilancia en favor de la ciudadanía.  Fue tanto el éxito en la difusión del programa que la alcaldesa del Puerto Jarocho reconoció el valor del mismo y aunque pertenece al PAN, se sumó a la brillante solución que ideó la regidora 12 de MORENA.  Una política que bien valdría la pena considerar para el Instituto Veracruzano de las Mujeres.

Y de pilón, si requiere un experto en Comunicación Social, acá levanta la mano su seguro servidor.

En definitiva, la reforma a la Constitución local de Veracruz será de mayor beneficio para la ciudadanía que para la candidata, pues nos encontramos ante la oportunidad de tener a la primera gobernadora en la historia del estado, en la persona de Rocío.  Por todo esto, les recuerdo a mis queridos paisanos que: ¡Nahle, Nahle, Nahle, no pierdan el tino!

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