Morena y el Proyecto de Nación

“… En el primer bloque de mesas de consulta distritales se reunieron más de 56 mil simpatizantes, en el segundo el número llegó a 76 mil personas, en el tercero se reunieron más de 83 mil; el cuarto bloque se realizará el domingo 27 de agosto…”.

Álvaro Bracamontes. Secretario Técnico del Consejo Nacional de Morena.
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El once de junio pasado, por acuerdo del Consejo Nacional del partido-movimiento Morena, se creó una comisión especial con la responsabilidad de elaborar una agenda en torno a los grandes problemas nacionales con el fin último de estructurar el Proyecto de Nación 2024-2030 que le será enviado al aspirante ganador de la encuesta para que lo firme comprometiéndose a su realización.

Con la participación de especialistas, profesionales en diversos ámbitos, reconocidos científicos, académicos, funcionarios de la 4T se realizaron 19 foros, así como conferencias regionales y estatales. Asimismo, en colaboración con la secretaría de Organización, se llevaron a cabo mesas de consulta popular en las trecientas cabeceras distritales federales y 9 en el extranjero, desde fines de junio hasta el día de ayer, con la participación de miles de personas. 

Los temas incluidos en la agenda fueron: reforma del Estado, humanismo, justicia, educación, salud, corrupción, política de medios de comunicación, México en el exterior, alimentación, medio ambiente y entornos saludables, sexualidad y diversidad, feminismos y revolución de los cuidados. 

El último de los 19 foros nacionales se celebró el domingo 27 de agosto con el título Comunicación y poder. Medios públicos y derechos digitales. Sin duda este tema deberá ser retomado por la continuidad con cambio de la 4T, dado el contexto actual en el que la oligarquía mexicana violenta los derechos de las audiencias al mentir, difamar, manipular y desinformar a través de los medios que les pertenecen y en revalorar el papel que los medios públicos tienen frente a estos poderes fácticos.

Los participantes en la mesa de medios fueron, en orden de sus intervenciones, Jenaro Villamil, Jesús Ramírez Cuevas, Epigmenio Ibarra, Fernando Mejorada y Aleida Calleja, quienes además de sus análisis y reflexiones hicieron una serie de propuestas para ser integradas en el documento final que formará parte de las principales líneas de acción del próximo gobierno morenista del país. 

Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión, destinó su espacio para mostrar un diagnóstico del modelo de comunicación de medios públicos enfatizando en hacia dónde se desea dirigir el papel de los medios públicos, para finalizar compartiendo diversas propuestas.

Villamil indicó que nos encontramos en el resurgimiento de medios, periodistas y espacios informativos y de comunicación que están poniendo énfasis en las audiencias, en los ciudadanos que nunca han tenido voz o que si la tuvieron esa fue alterada, manipulada o utilizada en beneficio de grupos y empresas en el viejo modelo de la corrupción e impunidad entre la presidencia del país y los grandes medios. Esquema que se rompió cuando el principal medio y mensaje fue el promovido desde la 4T.

Su propuesta gira en torno a tres puntos. En primer lugar propone que en materia de medios públicos se impulse una reforma al artículo sexto constitucional, apartado B, fracción quinta, para incluir en el texto de la ley los principios que rigen a esos medios, mismos que hoy están incluidos en un artículo transitorio de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

Una reforma política que modifique al llamado modelo de comunicación en materia electoral colocando erróneamente al INE y al Tribunal electoral como reguladores de medios y redes sociales al otorgarle el poder de imponer multas y ejercer la censura previa, claramente prohibida en nuestra constitución.

Por último, indicó que se requiere garantizar los derechos digitales, tema retomado por Aleida Calleja, y un nuevo impulso y nuevas propuestas en materia de medios públicos las cuales fueron abordadas por Fernando Sánchez Mejorada, pero sobre todo que nunca más se vuelva a dar la fusión entre poder mediático, poder político y los poderes criminales. 

En su turno, Jesús Ramírez Cuevas afirmó que el corazón de un cambio democrático está en la comunicación. Hoy existen grandes poderes económicos que controlan toda la comunicación. Lo vimos claramente cuando el poder mediático creó un tele presidente en la figura de Enrique Peña Nieto. Con ello, se justificó el fraude electoral basado en los excesos de los gastos de campaña para comprar el voto ciudadano. 

Para Cuevas el monopolio de la palabra, sustentado en el poder mediático, se rompió con el triunfo de un presidente legítimo y gracias a su capacidad de comunicación con el pueblo. Con ello, se rompió la forma tradicional de comunicarse con la sociedad a través de las conferencias matutinas. Así, los medios ya no se utilizaron para llevar la palabra. La comunicación se da, ahora, de manera directa. Estamos en la disputa entre los medios corporativos que pretenden seguir erigiéndose como voceros de la sociedad, frente a un modelo de comunicación directa, único en el mundo.

Sin embargo, esta es una circunstancia temporal. El vocero presidencial cuestionó acerca de cómo cambiar esta situación mediática en la que el poder económico dueño del poder mediático controla la narrativa, lo que vemos y escuchamos. Todo el día los medios destacan situaciones de violencia o de inseguridad haciendo, de casos regionales o locales, situaciones generalizadas ocurridas en todo el país.

Al monopolio de la conversación y a las estrategias de desinformación las debemos enfrentar construyendo referentes públicos, en medios comunitarios, sociales o privados cuya labor sea realizar un trabajo de informar y no defender intereses político-económicos. Hoy en día debemos lograr que las redes sociales se conviertan en espacios en los cuales se construya una cultura democrática. Que la conversación sea a través de argumentos, Incorporar las necesidades reales de la gente y generar una conversación, para la construcción de consensos, de nuevas propuestas, para la acción común. 

Cuevas cerró señalando: “… para que la transformación continúe, la sociedad debe tener mayores elementos mediáticos. Es decir, tenga sus propios medios comunitarios, sociales de periodistas. Y quizá habría que pensar en la necesidad de establecer una institución pública, de fast check-in, que pueda determinar, descubrir y revelar las noticias falsas, las estrategias de desinformación, porque es una necesidad para salvaguardar nuestra democracia no ser manipulados en nuestras opiniones…”.

El periodista Epigmenio Ibarra aseguró que la Revolución pacífica que vivimos es el resultado de la voluntad popular y será de nuevo la expresión de esa voluntad la que lleve a la continuidad de esta transformación. La libertad y la vastedad de quienes están incorporados en ella la hacen posible. Con los adversarios hoy se convive, pese a su voluntad de destruirnos y frenar la transformación, valiéndose de toda una serie de recursos. Pese a ello, hoy se respeta a esa oposición. La 4T es radical, es pacífica, es amplia y diversa, se produce en libertad y se juega la vida en las urnas.

Y en coincidencia con el presidente, Ibarra defendió el pleno derecho de expresión, así como el derecho de réplica para gobernantes y ciudadanos en general. “Atrás ha de quedar para siempre, con quien sustituya a López Obrador, esa odiosa corrección política que hacía al gobernante callar en público ante los agravios de los medios y ordenar en privada que se actuara contra de ellos o se les sobornara. No hay libertad de expresión sin derecho de réplica. Absoluta ha de ser la primera y pleno, oportuno y con el mismo peso de lo que se pretende desmentir ha de ser en adelante. Para ciudadanos y gobernantes será el derecho de réplica”.

Acerca de la verdad Ibarra agregó que nada resulta más saludable que decirla todos los días con inteligencia y con firmeza. No hay que temer la discusión. El país no está polarizado. Hay una minoría y una inmensa mayoría. Profundizar la transformación implica revolucionar la relación entre medios y poder público y sobre todo entre medios y pueblo.

Planteó la creación de nuevas alternativas comunicacionales que den voz a quienes han sido marginados históricamente. “También habremos de evitar el tutelar a las audiencias. Es decir, no decirles qué ver, oír o leer. Así como nos la jugamos en las urnas debemos jugárnosla en los medios. Disputar las audiencias con calidad, con creatividad, con audacia.  Por último, propuso que “el corazón de la transformación siga latiendo y se instituya como obligación gubernamental La Mañanera”, vista como el fondo del corazón, del corazón de la transformación.

En su oportunidad Fernando Sánchez Mejorada, presidente de la red México que incluye a televisoras culturales y educativas. Aglutina a 72 sistemas de comunicación. 25 sistemas universitarios, 25 de radio y TV y 16 estaciones sólo de TV y 5 estaciones sólo de radio. Estos datos se multiplican ya que los sistemas están constituidos por diversas estaciones, canales o estaciones de radio. Esta red de medios es la más numerosa del país.

Sus propuestas se plantearon a partir del cuestionamiento del por qué se debe transformar el andamiaje jurídico y fortalecer el sistema público de radiodifusión. Coincidió con Villamil sobre la reforma al artículo sexto constitucional, pero reforzando el funcionamiento de los medios públicos. Necesitamos la creación de un modelo mexicano poderoso, basado en la equidad y la inclusión, pero sobre todo en la participación ciudadana.

Para fondear los medios públicos sugirió que un porcentaje del PIB de las entidades federativas sea destinado al presupuesto de los medios públicos para contar con los recursos que abonen en la programación de objetivos y en la calidad de los mensajes producidos en esos medios. La última propuesta tiene que ver con los medios comerciales y con los operadores de sistemas privados por cable a quienes se requiere cobrarles impuestos por la concesión que el Estado les otorga con el fin de que esos recursos sirvan de apoyo al desarrollo y funcionamiento de los medios públicos.

En su turno la directora del IMER, Aleida Calleja Gutiérrez, se centró en el uso de las nuevas tecnologías lo que representa, hoy en día una situación ambivalente, compleja. Por un lado, pueden convertirse en una herramienta limitadora para el goce de los derechos humanos o incluso cancelar su ejercicio. Por eso, debemos poner en el centro la discusión de los derechos digitales relacionados con otros derechos políticos, civiles, ambientales, culturales.

Propuso que no sea diseñada una agenda con énfasis en la tecnología sino en las calidades de vida, en los derechos humanos. Una agenda justa e incluyente a través de la transformación digital. El centro no debe ser la tecnología per se sino el desarrollo sostenible e incluyente. Debe haber una transformación digital a mejorar la calidad de vida del pueblo en muchos ámbitos en la salud, la educación, justicia, trabajo, entre otros. Garantizar el acceso universal a la conectividad con calidad y asequibilidad. 

La titular del Instituto de la Radio subrayó la necesidad de elaborar un plan de alfabetización digital que evite el consumo de lo mismo a lo que nos inducen los medios corporativos y redes sociales. Para que esta herramienta sirva para la transformación y no para el consumo. Asegurar la conectividad regional y comunitaria a través de operadores locales y no de las grandes empresas a las que no les interesa la atención de estas localidades desconectadas por no ser “buen negocio”.

En la agenda de la transformación digital deberían estar involucrados los tres niveles de gobierno para desarrollar sistemas interoperables para dotar la mayor parte de los servicios, tramites y ofertas institucionales en línea, añadió Calleja. El Estado mexicano debe garantizar los derechos de las personas frente a las grandes plataformas en materia de derechos laborales, de protección de datos personales, de derecho a la privacidad, entre otros derechos asociados.

Es recomendable, señaló Calleja, que México establezca un frente común con otros países de América Latina para hacer un frente común a fin de que las grandes plataformas cumplan con las leyes nacionales. Urge legislar en materia de violencia contra mujeres y niñas. Para que las plataformas estén obligadas a prestar ayuda en los casos en que se requiera atención contra la trata de personas o la pornografía infantil. Las redes de este tipo de delitos no son identificadas con la rapidez que en otros casos se actúa contra una falta menor cometida por una persona a la que regularmente se le aplica la censura con una inmediatez impresionante. 

Las iniciativas y propuestas presentadas en este foro deberán contar con una mayoría calificada en el Congreso de la Unión para ser aprobadas. Precisamente la relacionada con el marco jurídico del sistema de medios públicos no fue presentada en esta segunda parte del gobierno de la cuarta transformación, por razones obvias como aseguró Villamil: hubiera sido rechazada al sólo contar con mayoría simple en el poder legislativo.

Largas las reflexiones, interesantes las propuestas y sobre todo innovadores contenidos en materia de medios públicos y privados. Les invito a revisar todos los foros realizados para integrar el Proyecto de Nación 20024-2030. Seguramente les sorprenderá la relevancia de esta iniciativa de Morena y la bastedad y riqueza de planteamientos con los cuales se darán las principales directrices de la continuidad con cambio.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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