“… Carolina de Nova pregunta: ¿Cómo podemos entender Nancy, la reaparición en la escena pública, de una persona como Ernesto Zedillo y además con esto que sale a decir, como a pedir una rendición de cuentas? Flores responde: Primero como una muestra de cinismo brutal, porque el periodo zedillista es uno de los peores y tal cual lo lee la gente… esta encuesta que se mostró en días pasados en la conferencia presidencial …”.
Nancy Flores, periodista de Contralínea, entrevistada por Carolina de Nova.
En el programa en Youtube La NoticierA. Chamuco Media. 2 de mayo del 2025.
https://youtu.be/5ZrrgsKNSLM
En el epígrafe con el que se inicia esta colaboración Nancy Flores, periodista de investigación de la revista Contralínea, se refiere a la encuesta publicada el 24 de septiembre de 2024 por la empresa Enkoll mostrada en la Conferencia Matutina el 1 de mayo en la cual se pregunta: De los siguientes personajes que le voy a mencionar, dígame por favor, ¿para usted quién ha sido el mejor presidente?
Como respuestas aparecen en primer lugar Andrés Manuel López Obrador con un 68%, y los expresidentes anteriores en lejanísimos lugares. Con un 6% Vicente Fox, 5% Peña Nieto, Calderón 4% y finalmente con un 3% Zedillo. Al respecto, la presidenta Sheiunbaum puntualizó … nada más para ver a quién escogió como vocero la oposición…
Efectivamente, este personaje que aparentaba un perfil gris, mediocre, adusto en su trato, en realidad representó para México y su población afectaciones graves hasta ahora mantenidas en la impunidad. La verdad, Zedillo compite con los otros expresidentes del prianismo por quién nos ha provocado mayores daños como pueblo, como nación.
Zedillo llevó a cabo buena parte de su carrera política bajo el amparo de Carlos Salinas. Como integrante del grupo de tecnócratas formados en el extranjero, contribuyó a hacerle frente a la vieja guardia de la burocracia sindical y partidista, a la que enfrentó Salinas con el fin de disminuir su control al interior del PRI. Desde la secretaría de Programación y Presupuesto apoyó las privatizaciones de empresas públicas, así como la aprobación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
No olvidemos que se retiró del gabinete salinista para asumir, en 1993, la coordinación de la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio. Al ser asesinado Colosio, Zedillo fue designado candidato sustituto por el propio Salinas, aunque formalizado por el Consejo Político priista. Se ha señalado que Zedillo, siendo pieza clave en la campaña colosista, no estuvo presente en Lomas Taurinas, Tijuana, aquel 23 de marzo de 1994. Además, durante su sexenio nunca mostró interés por la realización, a profundidad, de una investigación acerca del magnicidio.
Zedillo forma parte de los seis expresidentes mexicanos neoliberales, desde De la Madrid hasta Peña, incluyendo por supuesto a los dos panistas, todos ellos siguieron el recetario del consenso de Washington, abarcando las privatizaciones en prácticamente todos los ámbitos económicos y por cierto, incluyendo las terribles consecuencias también en inseguridad y delincuencia.
Zedillo fue uno de esos artífices de la aplicación de medidas como el retiro del Estado mexicano en sectores estratégicos, aplicando desregulaciones y desnacionalizando bancos, ferrocarriles, petróleo, electricidad, infraestructura, agricultura, agua, biodiversidad, reserva mineral y propiciando el desequilibrio sociopolítico por medio de la rigurosa aplicación de un guion basado en una drástica reducción del gasto público; la anulación de subsidios al campo, a los alimentos, al transporte para los sectores populares; la promoción de despidos masivos de burócratas, técnicos y trabajadores de las empresas privatizadas; la desregulación en beneficio de banqueros y comerciantes; la eliminación de límites a ganancias y al capital especulativo; la supresión del control de precios, devastando más el ingreso familiar con los topes salariales.
Su convicción por las políticas de beneficio a los capitales nacionales y trasnacionales quedó demostrada, por ejemplo, en la parte medular de aquel discurso pronunciado el 28 de enero de 2000 en Davos, Suiza, foro al que siempre fue muy asiduo: “… Sin embargo, la evidencia histórica del siglo pasado muestra claramente que en todos los casos en que una nación pobre ha superado significativamente la pobreza, lo ha logrado incursionando en la producción para los mercados de exportación y abriéndose al flujo de bienes, inversión y tecnología del extranjero. Es decir, lo ha hecho participando en la globalización…”. Nada más falso.
López Obrador recuerda en Hacia una economía moral lo que significó el mayor atraco ocurrido durante los años de Zedillo en la presidencia, llamado eufemísticamente, Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). Tras el llamado “error de diciembre”, ese mecanismo fue utilizado para encubrir los desvíos y fraudes cometidos por banqueros, financieros, empresarios de otros ramos y transferir a toda la población la deuda resultante en 1998 contando con los votos del PRI y el PAN en la Cámara de Diputados.
La deuda original de 552 mil millones de pesos (MMDP) al cierre del 2000, cuando Zedillo concluye su sexenio, ya ascendía a 705 MMDP. En 2023 ya debíamos todas y todos los mexicanos 1 billón 96 mil 877.7 millones de pesos. En un cuarto de siglo creció más de un 100%, aunque ya se habían pagado más de 1 billón 376 mil millones de pesos.
AMLO explica muy bien el esquema diseñado por esta lógica de beneficios empresariales: “… en contraste, los bancos saneados con recursos públicos y luego vendidos a consorcios extranjeros han conseguido utilidades de decenas de miles de millones de dólares. Buena parte de esos recursos han sido enviados a sus matrices en EUA y Europa. Tal es la perversa lógica privatizadora que se aplicó no solo en entidades bancarias, sino también en aerolíneas, carreteras y otros rubros: vender por debajo de su valor real los bienes públicos y, en caso de mala administración por parte de los nuevos dueños, recomprarlos a precios inflados, sanearlos con fondos públicos y volver a venderlos a precio de remate a un pequeño círculo de privilegiados. En muchas de estas operaciones, los beneficiados ni siquiera arriesgaban su propio capital pues realizaban las operaciones con créditos otorgados, en parte, por bancos de fomento de propiedad estatal”.
Durante el periodo zedillista ocurrieron las masacres contra campesinos y pueblos originarios, las cuales por cierto no prescriben cuando son catalogadas como crímenes de lesa humanidad, citamos: Aguas Blancas, Guerrero (1995); Acteal, Chiapas (1997); El Charco, Guerrero (1998); El Bosque, Chiapas (1998). Precisamente en los estados de Guerrero y Chiapas en dónde la represión lanzada contra los opositores al gobierno se agudizó por la resistencia mostrada ante la ausencia de políticas públicas diseñadas para promover el desarrollo social o procurar la justicia, al no ser atendidas las demandas populares y los conflictos sociales eran “resueltos” con violencia y nunca con el interés por gobernar con rectitud y honestidad.
Con el gobierno de Zedillo se aprobaron reformas constitucionales tales como: el aumento de IVA de 10 al 15%; la Ley Reglamentaria del Sistema Ferroviario para privatizar Ferrocarriles Nacionales de México y venderlo a empresas nacionales y extranjeras; la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, las Afores fueron entregadas a operadoras financieras privadas nacionales y extranjeras, con altos costos de operación y baja rentabilidad para los derechohabientes, en su primera etapa cobraban comisiones sobre saldos, depósitos y rendimientos. Y la del Fobaproa, el 12 de diciembre de 1998.
Seguramente como resultado de lo antes mencionado, Ernesto Zedillo, al concluir su gobierno, obtuvo diversas recompensas, las cuales le permitieron residir fuera de México: asesor de Procter and Gamble, de Alcoa y de Union Pacific, empresas estas dos últimas que controlan los ferrocarriles mexicanos que él privatizó. Pero también fue asesor del grupo mediático español PRISA, editor del diario El País, y miembro del consejo de Citibank.
La impunidad con la que actúan estos representantes del oscuro periodo neoliberal les da la oportunidad para emitir públicamente sus opiniones, escribir en publicaciones nacionales y extranjeras, participar en foros de crítica al gobierno de la 4T e inclusive venir a México. Todo lo anterior contando con la cobertura que la fachiza les brinda a través de sus opinólogos y medios de desinformación, productores de mentiras y calumnias.
Zedillo ya fue juzgado por la historia. Falta el juicio del nuevo Poder Judicial que estamos construyendo las y los ciudadanos mexicanos.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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