Yo por las 40 horas

Reducir la jornada de 48 a 40 horas es una deuda que se tiene pendiente con la clase trabajadora, ya que si bien el esclavismo no existe, en su versión original, lo cierto es que la explotación de la clase trabajadora como se ha venido dando a lo largo de la historia y sobre todo en la época neoliberal los redujo a eso, a esclavos del empresario.

Recordemos que la lucha de los trabajadores por conquistar sus derechos, fue uno de los grandes logros de la revolución mexicana y concluyó con la inclusión del artículo 123 en la constitución de 1917 en donde se plasman por primera vez derechos laborales, sociales y de seguridad social.

De esa manera nuestra constitución se convirtió en un referente mundial y México en un precursor de los derechos sociales, al introducir este artículo y el 27 que en conjunto lograban una justicia para campesinos y obreros.

Sin embargo es hasta 1931 que se crea la primera Ley Federal del Trabajo (LFT), la cual fue sustituida por la Ley Federal del Trabajo de 1970, misma que no tuvo reformas hasta la que llevaron a cabo los gobiernos neoliberales.

En efecto, Felipe Calderón con un plumazo, lleva a cabo el más grande golpe a los derechos laborales que habían conquistado con años de lucha los trabajadores, al limitar los salarios vencidos y regular el outsourcing, permitiendo que empresarios mañosos y corruptos bajo esa figura dañen los derechos de los trabajadores, privándolos de la seguridad social y de una pensión digna, asimismo los dejaron en total estado de indefensión, ya que con dicha figura, cuando un trabajador es despedido no se le reconoce antigüedad, no se le indemniza ni se le hace justicia.

Es por ello que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, preocupado por el bienestar de la clase trabajadora, a lo largo de lo que va de su sexenio, ha llevado a cabo grandes reformas en beneficio de los trabajadores, tal como es la reforma laboral para eliminar el outsourcing, con el fin de que se devuelvan los derechos de que fueron privados los trabajadores, así como la reforma en materia de vacaciones dignas, y un aumento histórico al salario mínimo.

Sin embargo todavía quedan pendientes temas que resolver como es el aumento de días de aguinaldo y la reducción de la jornada laboral.

Ello atendiendo a que nuestro país es uno de los que otorgaba menos días de vacaciones a la clase trabajadora hasta antes de la reforma llevada a cabo por nuestro presidente, y es uno con las jornadas laborales más altas, por no decir que se encuentra en primer lugar a nivel mundial.

En este sentido, el pasado 16 de octubre inició el Parlamento abierto para analizar la iniciativa presentada por la diputada Susana Prieto de la bancada de Morena, para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas por semana, respetando dos días de descanso a las y los trabajadores.

Dicha iniciativa ha generado inconformidades por parte de grupos de empresarios y también de los opositores, ya que señalan erróneamente que eso va afectar la productividad y que va a generar más pago de horas extras impactando en los bolsillos de los empresarios, lo cual parte de una falacia.

En primer lugar veamos que dice la OCDE, respecto de cuáles son los países que tiene jornadas laborales más altas y cuales los países en los que los trabajadores pasan menos tiempo dedicado a sus empleos y lo pueden compartir con sus seres queridos.

Países que más horas trabajan en el mundoPaíses en los que los trabajadores pasan menos tiempo dedicado a sus empleos y lo pueden compartir con sus seres queridos y actividades favoritas
México, Costa Rica, Corea, Rusia y Grecia, Dinamarca, Noruega, Alemania, Países Bajos y Suecia

Si se observa el cuadro que antecede, los países que tienen jornadas donde los trabajadores pasan menos tiempo dedicados a sus empleos y tienen más oportunidad de compartir con sus seres queridos, son países del primer mundo, lo cual rompe con la falacia de que si se reduce la jornada laboral, se afecta la productividad.

En tal virtud es que reducir la jornada laboral no solo es hacer justicia a la clase trabajadora, sino que se traduce en mejor calidad de vida, que permite al trabajador pasar más tiempo con sus seres queridos o dedicarlo a desarrollo personal, sano esparcimiento, etc., lo cual también va lograr que haya trabajadores más felices y productivos.

Recordemos que nuestra constitución establece en su artículo 4º que todos tenemos derecho a una vida digna y definitivamente la reducción de una jornada laboral contribuye a una vida digna.

Es por ello que se debe reformar el artículo 123 de nuestra constitución el cual establece lo siguiente:

Artículo 123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley. 

A. Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo

 I. La duración de la jornada máxima será de ocho horas…

IV. Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.

Si bien, el precepto referido establece jornada máxima de 8 horas, al señalar que con un día de descanso a la semana, esto se traduce en 48 horas semanales, lo cual al reformarse se deberá establecer dos días de descanso a la semana, para que de un total de 40 horas, permitiendo al trabajador laborar cinco días de ocho horas, que insisto, se traduce en una vida digna para la clase trabajadora, más y mejor calidad de tiempo con la familia.

Por lo que urgen reformas humanistas como la propuesta por la diputada Susana Prieto, que obliguen a los patrones a reducir la jornada laboral.

El día en que los empresarios entiendan que su riqueza se la deben al trabajador, ese día se van a humanizar y van a respetar los derechos laborales y de seguridad social, entenderán que cuando el artículo comentado señala 8 horas máximas no es que a fuerza sean las 8 horas, sino que es un referente de lo máximo que puede rendir un trabajador.

En tal virtud, es inhumano que el PAN esté en contra de esta propuesta, los diputados de derecha no han entendido que están para representar al pueblo, y no lo han entendido porque odian al pueblo, se sienten superiores y solo cuando buscan el voto se acercan, pero no debemos permitir que siga gente así en el Congreso.

Es tiempo de que los congresistas demuestren si están del lado del pueblo, veamos quién apoya esta reforma y quién no, pero no olvidemos a la hora de votar.

Ni un voto a los que no aprueben las reformas que benefician al pueblo, ni un voto a los traidores a la patria.

¡Queremos que siga la transformación!, por lo tanto, a la hora de votar debemos recordar que el partido que representa nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, y sus aliados, son los que han apoyado las reformas encaminadas al bien común.

“Por el bien de todos, primero los pobres”. -AMLO-

Por una justicia laboral, ¡Yo por las 40 horas!

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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