Querido Yeye:
Han pasado 5,116 días desde que te acostaste a dormir la siesta y aquel fuego terrible impidió que despertaras. Julio César, tu papá me platicó que aquel viernes 5 de Junio de 2009 ibas muy contento a la Guardería ABC porque iban a ver una película, tu mamá Estela te preparó palomitas de maíz para que las degustarás con tus amiguitos, nadie imaginó que al dejarte en la puerta iba a ser la última vez que te veían.
Julio César Marquéz Báez era tu nombre de pila, pero tú te identificabas y te llamabas a ti mismo como: Yeye, como eras el hermano menor eras “El Bebé” pero no podías pronunciarlo y eras “Yeye”.
Naciste el 20 de Septiembre de 2006 e iluminaste con tu presencia a toda la familia, tu mamá Estela y Julio César, tu papi estaban muy orgullosos de tener un niño como tú, “Mosho” y “Monito” (Hermoso y bonito) así te decían y tú eras muy amado. También Brandon y Allison “Fafita” te adoraban y tú a todos ellos.
Gracias a la magia de la tecnología he visto muchos videos que tu familia ha subido a la red para conservar tu memoria y se observa la linda convivencia que ustedes tenían.
Tu vida fue breve en la Tierra pero dejaste una profunda huella y sin saberlo, el día que abriste tus alas moviste conciencias, moriste de una forma inesperada e injusta: tú y 48 bebés se durmieron para siempre a la hora de la siesta por una serie de negligencias, por ambición desmedida y corrupción de políticos que compraron a la justicia.El 5 de Junio de 2009 a las 14:40 horas comenzó el incendio en la Guardería ABC que era una bodega habilitada como Estancia Infantil, subrogada del IMSS, el fuego inició en una bodega aledaña de la Secretaría de Hacienda de Sonora pero se propagó rápidamente y ocurrió lo inimaginable.
Quiero pensar que el humo te llevó durante el sueño y que no sufriste, ni tú ni tus compañeros de la guardería porque ninguno de ustedes merecían ese final. Tus padres aquel viernes perdieron la alegría al saber que te habías ido, nunca nadie en tu familia, tu escuela y tu comunidad volvería a ser el mismo, después la noticia de lo sucedido en Hermosillo, Sonora nos movió a todos y muchas personas, en lugares remotos nos unimos a la causa y al reclamo por la #JusticiaGuarderiaABC, a pesar de los días transcurridos no olvidamos la forma en que ustedes partieron del mundo.
Fue gracias a la labor periodística tuve la suerte de conocer a tus padres, hermanos y a tus tías, puedo decirte Yeye que existe un sincero afecto y amistad, nos hemos reunido en varias ocasiones y honramos tu memoria, aunque no te conocí personalmente siempre has estado en nuestra Ofrenda del Día 1 de Noviembre, te pongo unos muñecos del Chavo del 8, caramelos y palomitas de maíz junto a tu fotografía y veladora, a lo mejor tu espíritu viene un momento a jugar con las almas de mis ancestros y ríen sonoramente.
Querido Yeye, tu recuerdo sigue presente al igual que el de todos los niños que partieron el 5 de Junio, hubo muchas víctimas, muchos heridos, los sobrevivientes tienen secuelas, las maestras lucharon por salvarlos pero se vieron rebasadas, hubo varios héroes aquella tarde: un hombre incluso derribó los ladrillos de la pared para hacer un boquete, los “chavos banda” fueron los primeros en acudir al rescate y lograron salvar algunas vidas.
En medio de la tragedia hubo claroscuros, hubo minutos de júbilo cuando entre los escombros y cenizas afloraba la vida, pero a medida que pasaban las horas se fue dimensionando la gravedad de la tragedia y las pérdidas fueron y siguen siendo irreparables.
Para los padres, abuelos, hermanos, tíos, primos, familiares y amigos de los niños y niñas fallecidas el dolor sigue presente y la impotencia porque a 14 años de distancia aún no se ha logrado obtener Justicia, no quiero mencionar a las personas que impidieron que se procediera jurídicamente de forma correcta, allá ellos con su conciencia porque nunca se podrán quitar el estigma de la culpa por el incendio en la Estancia Infantil de Hermosillo, Sonora y por exonerar a los verdaderos responsables.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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