Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló un incidente que le relató la gobernadora electa de Veracruz, Rocío Nahle. Según López Obrador, durante la campaña a la gubernatura, Nahle fue contactada por una televisora que le exigió 200 millones de pesos, alegando tener información de corrupción relacionada con la construcción de la refinería Olmeca en Dos Bocas.
Este no es el primer señalamiento que el presidente ha hecho sobre el tema. En mayo, López Obrador se dirigió públicamente a Emilio Azcárraga, pidiendo a Televisa que cesara su campaña de desprestigio contra Nahle. El presidente subrayó que, si existen pruebas de corrupción, deberían ser presentadas ante las autoridades competentes y no utilizarse para calumniar. “Es que sí calienta”, comentó, refiriéndose a las acusaciones infundadas que, según él, los medios han promovido en contra de su gobierno y sus colaboradores.
López Obrador instaba a los medios de comunicación a actuar con ética y respeto hacia los ciudadanos. Cuestionó la veracidad de las acusaciones de corrupción y desafió a los medios a demostrar sus afirmaciones. “¿Dónde están las pruebas?”, preguntó en mayo, refiriéndose a las campañas que, según él, intentan desacreditar su administración y a figuras clave como Rocío Nahle.
El presidente concluyó su intervención reafirmando su compromiso con la transparencia y ética en el gobierno, y justificó su llamado a los medios como una defensa de la verdad y el respeto hacia los ciudadanos.