Hace dos meses, el domingo 24 de julio de 2022, Samuel García daba un mensaje con tintes apocalípticos sobre la crisis hídrica que atravesaba Nuevo León. Ahora, por increíble que parezca, el pasado domingo 25 de agosto de 2022, se decretó el fin de dicha crisis.
Pero ¿cómo ocurrió esto?
Desde gobierno, constantemente se decía que vivíamos una sequía severa: “nunca antes vista”. Que todo era culpa de “El Bronco”, Jaime Rodríguez Calderón, exgobernador del estado.
También, se decía que no había tal cosa de «saqueo» o que se le haya dado el vital líquido a empresas, aunque luego se reportó que había desvío de ríos y tomas clandestinas de ductos de Agua y Drenaje. Igualmente, se informó sobre las concesiones que se dieron a empresas, y se reveló que 15 de ellas gastan 43 veces más agua que toda la población de la entidad.
De aquél mensaje de julio, asimismo, se dijo que era un problema mundial; que era preciso aceptar que no habría agua para todos; que se estaban presentando sequías en muchas partes del mundo; que el panorama era desalentador; que el “día cero” había llegado.
Expertos, salían en radio, televisión, prensa o redes sociales y aseguraban que harían falta uno, dos o varios grandes ciclones para acabar con la crisis. Mismo dicho, era sentenciado por el director de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán.
Pero ese ciclón nunca llegó, y sin embargo la crisis terminó. Tampoco se ha informado qué pasó o en qué instancia jurídica están aquellos que «aguachicolearon», pues de nada sirven los esfuerzos si no se detiene el robo de agua.
Tal parece que todo cambió de la noche a la mañana, ya que tan solo bastó la presencia de precipitaciones generalizadas durante una tarde/noche de un domingo. Fuera de eso, ninguna otra cosa fuera de lo común acaeció.
Con esas lluvias, las presas aumentaron sus niveles: “Cerro Prieto” 8%, “La Boca” 61% y “El Cuchillo” 51%.
Pero esos números son similares a los del año pasado. No parecen suficientes para acabar con la tremenda crisis que se vendió desde el gobierno de Nuevo León.
Entonces, ¿cuál es el truco?
Algunos aseguran que todo fue un plan orquestado para “bajar” recursos millonarios de la federación: unos cinco mil millones de pesos, los cuales estaban destinados para garantizar el agua en la zona metropolitana de Monterrey durante lo próximos diez años, con obras como “El Cuchillo II” y la presa “Libertad”.
Sin embargo, existe la sospecha que esos recursos no sean destinados del todo a estos rubros. Mismo que ocurre con la exigencia del replaqueo, la verificación vehicular obligatoria, lo cual se jura y perjura no tienen fines recaudatorios.
Pero mientras son peras o son manzanas, el jet que se compró para “bombardear nubes”, con valor de 70 millones de pesos, por ejemplo ahora es utilizado como aeronave particular de Samuel García para hacer viajes a Estados Unidos, principalmente.
Se teme, por tanto, que nunca hubo tal crisis, al menos de forma natural, sino que fue provocada; producto de una estrategia de una mente siniestra, la cual fue capaz de perjudicar a miles de familias neolonesas.
Con todo, aún no queda del todo claro cómo es que se acabó la crisis. No obstante, el “no es sequía, es saqueo”, parece más firme que nunca.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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