En la actualidad, el sistema neoliberal se encuentra en un estado terminal, los pueblos de los distintos países del mundo se dieron cuenta que el sistema librecambista y la teoría del goteo (en pocas palabras, si les va bien a los de arriba, algo derramará para los de abajo), son falacias y mentiras que van en contra de las mayorías y únicamente beneficia a la gente que tiene mayor capital.
Políticos de la mayoría de los espectros, ahora proponen de nuevo el regreso a un sistema proteccionista. Desde Marine Le Pen con su “nacionalismo político” para Francia, hasta López Obrador con el “Humanismo Mexicano” en México, ahora hablan de darle prioridad al mercado interno en contraposición del antes tan buscado “mercado mundial”.
Sin embargo, un modelo económico que marcó una época, parte de la historia de la modernidad, no puede caer sin dar batalla; la resistencia de los grandes beneficiados de este sistema aún se encuentran en la lucha para que no se vean afectados sus intereses tras el colapso del sistema que ellos impulsaron décadas atrás. Y, es que como decía el escritor socialista italiano Antonio Gramsci:
“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”
Con la acción global de resistencia contra el neoliberalismo siendo casi victoriosa, surge una reacción, y son ellos los que financian a los “monstruos”. Un ejemplo claro lo tenemos en Argentina, el presidente, Javier Milei, es solo el representante del sistema económico moribundo. Sus postulados e ideas a las que llama “libertarismo”, no son más que un neoliberalismo desprovisto de esa retorica vanguardista con la que se vendió el siglo pasado.
Su frase icónica de campaña “¡Viva la libertad, carajo!”, alude al mismo tipo de libertad que el liberalismo y su continuidad, el neoliberalismo. Empero, los postulados “libertarios” de estas ideologías, abstraen y caricaturizan lo que la libertad en realidad es, haciendo que únicamente sea una base para la existencia de la propiedad privada y validan el egoísmo de ciertos individuos. En realidad, reducen la libertad a únicamente la libertad de comercio, como dice Karl Marx:
“El Derecho Humano de la Libertad no se basa en la unión del hombre con el hombre, sino, por el contrario, en la separación del hombre con respecto al hombre. Es el derecho a esta disociación, el derecho del individuo delimitado a sí mismo”
Hacen que el hombre libre sea sinónimo de un individuo que únicamente ve por sí mismo, creen que el desentenderse del interés colectivo y la búsqueda solo de lo personal hace que funcione bien la sociedad, basan su comportamiento y sobre todo la economía en la supuesta “mano invisible del mercado” que tanto citan (mal) los pensadores neoliberales.
“…él busca su propio beneficio; pero en este caso como en otros muchos, una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en sus propósitos. El que sea así no es necesariamente malo para la sociedad. Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si deliberadamente intentase fomentarlo”
Adam Smith en La Riqueza de las Naciones
Los “monstruos”, las personas que representan la reacción de la acción popular de ya no querer más neoliberalismo están planeando de nuevo un neoliberalismo pero cambiando la retórica, tienen los mismos postulados, ideas y conceptos. Es importante que como pueblo nos informemos y sepamos no caer en las garras de quienes siguen planteando lo mismo, pero, con otras palabras. También, es de suma relevancia repensar el concepto de “libertad” pero dándole una perspectiva colectivista, que nos beneficie a todos y no solo a unos cuantos que acaparan la riqueza.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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