Mucho se ha dado de qué hablar sobre la ministra Yasmín Esquivel Mossa y su «presunto» plagio de trabajo de tesis, presentado en 1987. Y sí, es presunto porque no se debe olvidar un principio jurídico fundamental como la presunción de inocencia.
Aunque se puede hablar del asunto, solo la máxima casa de estudios, la UNAM, es la autoridad correspondiente para determinar si hubo o no un plagio.
Y esto parece una obviedad, pero en ocasiones es necesario aclararlo, ya que el juicio social suele olvidarse de la generalidad de los derechos fundamentales. Además, conviene recordarlo porque una nota breve, que no pasa de 30 líneas, no debería tomarse como el hecho correcto, sobre todo por su falta de profundidad.
Por lo mismo, más allá de si existe o no un plagio (del cual ya se tiene un primer pronunciamiento de la UNAM) este asunto no se vuelve grave porque involucre a una ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sino la aparente poca seriedad que se tiene en la evaluación de trabajos de tesis por todos los involucrados de las instituciones universitarias.
En este caso particular, de lo que yo puedo hablar solo es de lo que he presenciado. Muchas veces a los sinodales se les entregan tesis cuyo examen es al día siguiente, por lo que se puede considerar como irreal leer un trabajo académico de un día para otro (si bien sí es posible hacerlo) menos convincente será poder leer varios.
A esto hay que sumar la excesiva carga de revisión de tesis a los asesores, lo que provoca que al tesista le resulte una odisea reunirse con ellos y tener un seguimiento aceptable sobre lo que se está trabajando.
De ahí que muchos trabajos de tesis, a pesar de no cumplir con los parámetros metodológicos, se aprueban. Pero el caso importante resultan ser los trabajos que resultan ser plagios, lo cual daña profundamente la confianza y prestigio de las universidades.
Por tanto, en los últimos años las universidades han puesto en marcha programas y aplicaciones que detectan la similitud entre trabajos, pero estos esfuerzos no son suficientes cuando se lidia con la corrupción, el tráfico de influencias o el nepotismo.
Para tales casos existe, como se sabrá, un trato especial. Además, muchas aplicaciones antiplagio solo pueden detectar similitudes en trabajos alojados en la red. Esto significa que nada impide plagiar un texto que no se encuentre digitalizado.
Sin embargo, no todo acaba ahí. Últimamente, se ha demandado eliminar el trabajo de tesis como una vía de titulación (recuérdese lo expresado por el empresario Carlos Slim). Pero esto puede acrecentar los problemas de las profesiones en México.
Como ya se ha expresado, muchos trabajos de tesis son aprobados a pesar de no tener una calidad mínima aceptable. Además, a nivel profesional, el trabajo de tesis es la opción más antipolular; la gran mayoría obtiene su título universitario por vías alternas, las cuales no suelen representar una exigencia académica.
En fin, mucho ayudaría una investigación que muestre la gran parte de los problemas que se presentan en las universidades cuando se presentan tesis de grado. Esto ayudaría a tener una mejor visión sobre las profesiones y otros temas que son más profundos, como la representación en la función pública.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios