Los jóvenes en Tepito enfrentan desafíos como la violencia que se origina en el conflicto intrafamiliar, la estigmatización, el machismo y el reclutamiento del crimen organizado.
Una escuela transitoria se convierte en un espacio donde los jóvenes puedan construir redes de apoyo entre ellos mismos y que en la experiencia anterior en Iztapalapa contó con el apoyo no solo de maestras y maestros sino, con psicólogos que en talleres socioemocionales brindan herramientas suficientes a las y los jóvenes para desarrollar sus proyectos de vida e invitarlos a continuar su formación en la escuela, el objetivo radica en que los jóvenes puedan concluir el proceso de un año en el programa, para tener claridad si consideran el camino del auto empleo, la construcción de negocios o pequeñas empresas e incluso cooperativas, además de tener la posibilidad de prepararse para reintegrarse al sistema escolarizado formal. Actualmente el grado promedio de escolaridad es de 9.7 años, es equivalente a la secundaria concluida y solo el 20% de los adultos ha alcanzado el nivel medio superior o superior.
La beca que proporciona el Estado para los Jóvenes Construyendo el Futuro, es fundamental y es un aliciente para dedicarse a realizar actividades alejadas del crimen organizado que les permite contar con un ingreso que les ayude a temas familiares, personales y formativos. Este apoyo económico brinda a los jóvenes una oportunidad de obtener ingresos mediante la realización de actividades que los involucran con su comunidad que desarrollan su potencial y que los aleja de las conductas anti sociales.
La Escuela transitoria en Iztapalapa a logrado varios casos de éxito y por este motivo es que hoy es una iniciativa de Clara Brugada en toda la Ciudad de México, jóvenes con escasos ingresos y en situaciones de vulnerabilidad a través de la escuela encontraron los elementos suficientes para emprender un negocio, contar con una guía emocional, construir redes apoyo y conocer nuevos amigos jóvenes con quienes comparten problemáticas sociales y finalidades.
Una escuela transitoria en Tepito está lista para transformar vidas y construir esperanza en uno de los barrios más icónicos de la Ciudad de México. Con el reciente anuncio de la Jefa de Gobierno sobre su creación en la calle Jesús Carranza 125, este espacio educativo surge como una respuesta a las múltiples dificultades que enfrentan los jóvenes del barrio. Tepito, conocido por su comercio vibrante y su espíritu comunitario, está compuesto por una población predominantemente joven, con el 40% de sus habitantes entre los 15 y 29 años. Sin embargo, los retos son claros: violencia intrafamiliar, estigmatización social, machismo, y el reclutamiento hacia el crimen organizado, alimentados por la desigualdad social y la falta de oportunidades. Con un índice de desarrollo social de apenas 0.82 y un promedio educativo equivalente a la secundaria concluida, las necesidades básicas insatisfechas marcan el panorama del barrio.
Luis, un joven de 17 años que creció entre las avenidas del barrio, comparte: “Aquí no es fácil. Uno tiene que luchar, pero a veces parece que las oportunidades no están hechas para nosotros”. La Escuela Transitoria tiene como propósito cambiar esta narrativa. Inspirada en el modelo exitoso iniciado en Iztapalapa por Clara Brugada, este espacio educativo se enfoca en combatir desde la raíz las causas de abandono escolar y vulnerabilidad juvenil, proporcionando alternativas educativas, laborales y socioemocionales. Además de apoyar el término de secundaria, preparatoria o universidad, se ofrecerán capacitaciones en áreas como artes, deportes y oficios, permitiendo que los jóvenes desarrollen sus proyectos de vida mientras fortalecen sus redes de apoyo. Estas herramientas buscarán alejar a las juventudes de las filas del crimen organizado al generar oportunidades reales y sostenibles.
La iniciativa cuenta con el respaldo del programa Jóvenes Construyendo el Futuro del Gobierno Federal, que otorga una beca mensual de 8,500 pesos. Este apoyo económico actúa como un incentivo fundamental para que los participantes se involucren en actividades formativas y comunitarias. Las actividades culturales y deportivas serán adaptadas a las preferencias de los jóvenes de la colonia Morelos y destacarán las tradiciones icónicas de Tepito, como el boxeo y la música. Aunque aún no se han definido los detalles para inscribirse al programa, los interesados pueden consultar la plataforma oficial Jóvenes Construyendo el Futuro.
La experiencia previa en Iztapalapa ha demostrado que las escuelas transitorias pueden tener un impacto transformador. Jóvenes en situaciones de vulnerabilidad encontraron herramientas para emprender negocios, construir redes de apoyo, y continuar su formación académica, mostrando que este modelo puede replicarse con éxito en otros barrios de la ciudad. En Tepito, este proyecto busca cambiar la narrativa del barrio, ofreciendo a las juventudes una puerta hacia un futuro lleno de esperanza. Es un esfuerzo conjunto que, con el apoyo de la comunidad y el compromiso de las instituciones, podría marcar el inicio de un cambio profundo en uno de los barrios más representativos de la Ciudad de México.

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