Es una desgracia a lo que han llegado, inclusive, podría decirles que dan pena ajena, en especial cuando se disfrazan de algo que no son, cuando se rasgan las vestiduras y se hacen las victimas, como si el pueblo no recordara todos sus actos de corrupción, de engaño, de traición a la patria y demás actos cometidos con los más obscuros intereses, actos que iban en detrimento del pueblo.
Sí, en efecto querido lector, me refiero a los autollamados ¨perseguidos políticos¨, a los seudoperiodistas y a todos aquellos que representan a la mal llamada ¨oposición¨, ya que ni siquiera a eso llegan…
Esta gente que no representa más que la oligarquía plutocrática mexicana, se burla de la inteligencia del pueblo, pues se dedican a repetir, sin argumentos y como discos rayados lo que les dictan sus jefes (X) con tal de golpetear al presidente y a la 4T, es decir, la revolución de conciencias.
Y de esa forma regresar al poder, por lo cual se han dado a la tarea de difundir sus propios inventos y maromerías más baratas y vulgares, como el decir que AMLO es un ¨dictador¨ o el decir y difundir a través de sus ¨periodistas¨ y medios de ¨corrupción¨ tradicionales, que México ha ¨regresado a los tiempos autoritarios¨ e incluso utilizando el derecho a la libertad de expresión, dicen que ¡no hay libertad de expresión! pero ¡qué raro es el ¨gobierno autoritario¨ en el que vivimos! ¿No lo creen?
En dado caso estamos viviendo en un ¨autoritarismo¨ en el que se garantiza la libertad de expresión, cosa que ha dado pie a toda clase de ataques al presidente y a su gobierno pues cuando el perro ladra hay de dos aguas: le das el hueso para que se calle o dejas que siga ladrando; Andrés Manuel López Obrador, ha optado por la segunda y eso los tiene hechos furia.
Para llevar a cabo esta campaña mediática han utilizado a ¨periodistas serios y profesionales¨ que se declaran como ¨firmes opositores al régimen¨, tal y como lo es la periodista Anabel Hernández, quien junto con otros personajes como Labastida (beneficiario directo de PEMEXgate) y que hasta entonces no había mostrado señales de vida; acusaron, sin pruebas y con simples especulaciones a AMLO y a Morena de tener pacto con el narco; hay que recordar que esto sucedió en el marco de lo que fueron las pasadas elecciones del 5 de junio; cabe mencionar que a esta nota se le dio difusión en medios tradicionales como Milenio. Ante esto, el presidente dijo que ¨si tenían pruebas, que las presentaran¨, cosa que hasta el momento no ha pasado.
Llaman autoritario y represor al presidente cuando no hace más que ejercer su derecho de réplica, cuando se les desmiente; llaman autoritario y represor al presidente mientras protegen al espurio de Felipe Calderón, mientras no hablan de lo que sucede con el gobierno represor del panista Mauricio Kuri en Querétaro, mientras juegan a ser ¨perseguidos políticos¨ y piden la intervención de EE.UU, mismo país que persigue y condena a un gran periodista que ha revelado crímenes de guerra, programas ilegales de espionaje y demás actos de corrupción a nivel mundial: Julian Assage.
Llaman autoritario y represor a AMLO por recordarle a todas y todos los mexicanos que el poder le pertenece al pueblo, llaman autoritarismo a la existencia del debate público. Yo les preguntaría a los opositores, ¿en qué raro autoritarismo vivimos? ¿No lo creen?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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