El presidente Donald Trump lanzó una ofensiva directa contra las grandes farmacéuticas para reducir el costo de los medicamentos en Estados Unidos. En cartas enviadas a los CEOs de 17 compañías líderes como Pfizer, Merck y Johnson & Johnson, les dio 60 días para igualar sus precios a los más bajos ofrecidos en países desarrollados o enfrentarse a sanciones.
De acuerdo con El País, Trump busca que las farmacéuticas eliminen intermediarios y vendan directamente a los pacientes a precios competitivos, además de prohibir que otras naciones reciban mejores tarifas que EE. UU. A cambio, propone usar la política comercial para permitir que suban precios en el extranjero, siempre que esas ganancias se reinviertan en beneficios para los ciudadanos estadounidenses.

En la carta —leída por la vocera Karoline Leavitt— se recuerda que en mayo Trump ya había firmado una orden ejecutiva que exigía rebajas de hasta 80% en medicamentos de marca. “Los medicamentos en EE. UU. son hasta tres veces más caros que en otros países. Esa carga termina con mi administración”, sentenció.
Hasta el momento, las farmacéuticas no han emitido respuesta, pero la presión del gobierno marca un giro inédito hacia el intervencionismo en un sector clave históricamente protegido de regulaciones estrictas.
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