El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la elevación inmediata de los aranceles a productos chinos hasta alcanzar un 125 por ciento, en respuesta a la última decisión del gobierno de Beijing de incrementar sus propios gravámenes a las exportaciones estadounidenses hasta en 84 por ciento.
Desde su red social Truth Social, el mandatario estadounidense justificó la medida señalando que se trata de una reacción ante la falta de respeto de China a las reglas del comercio internacional. “Basándome en la falta de respeto que China ha mostrado a los mercados mundiales, elevó el arancel cobrado a China por los Estados Unidos de América al 125%, con efecto inmediato”, escribió el jefe de la Casa Blanca.
Trump añadió que espera una eventual rectificación por parte de Beijing. “En algún momento, esperemos que en un futuro próximo, China se dará cuenta de que los días de estafar a Estados Unidos y otros países, ya no es sostenible o aceptable”, apuntó.

La escalada arancelaria se da justo después de que entrara en vigor una nueva serie de gravámenes por parte del gobierno estadounidense, que impactan a casi 60 países. A pesar de que se concedió una prórroga de 90 días a varios de estos países, China fue excluida de dicha excepción.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China expresó su inconformidad, advirtiendo que las decisiones de Washington vulneran de forma grave sus intereses legítimos. “La escalada arancelaria contra China por parte de Estados Unidos acumula errores encima de errores e infringe gravemente los derechos e intereses legítimos de China”, sentenció la dependencia. Aun así, el gobierno chino dejó abierta la posibilidad de establecer un canal de diálogo en términos de igualdad y beneficio mutuo.
En paralelo, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, advirtió desde Panamá que China representa una amenaza directa para la estabilidad regional, y llamó a los países aliados a adoptar una estrategia de “disuasión robusta” para prevenir un eventual conflicto.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, también elevó el tono al señalar que si China decide tomar más represalias, Estados Unidos tiene aún margen para aumentar los aranceles. En una declaración conjunta con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, Bessent advirtió a las naciones europeas sobre los riesgos de alinearse con el gobierno de Xi Jinping. “Sería como cavar su propia tumba”, sostuvo, haciendo referencia a las prácticas de dumping por parte de la potencia asiática.
Desde Naciones Unidas, el secretario general António Guterres manifestó su preocupación por el impacto que esta guerra comercial pueda tener sobre los países más vulnerables. “Estoy particularmente preocupado por los países en desarrollo más vulnerables, cuyos impactos serán más devastadores”, declaró.
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