Esta mañana el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que renunciará al cargo y también lo hará como líder del Partido Liberal. La noticia ha suscitado toda clase de comentarios y análisis, entre los que se puede contar las más recientes declaraciones del presidente electo de los EEUU, Donald Trump.
Tras enterarse de la renuncia de su homologo canadiense, y sabiendo que los conservadores retoman puntos en las encuestas en su vecino del norte, Trump sugirió que “muchas personas en Canadá amarían convertirse en el estado 51” de la Unión Americana.
Si Canadá se fusiona con Estados Unidos, no habría aranceles, los impuestos bajarían, y tendrían total seguridad frente a las amenazas de barcos rusos y chinos que constantemente los rodean. ¡Qué gran nación seríamos juntos!”, escribió Trump en una publicación de la red Truth Social.
Fue en noviembre del 2024, cuando Trump realizó la primera burla contra la soberanía canadiense. Lo hizo frente al primer ministro Trudeau, quien acudió de emergencia a una cena en el club de Mar-a-Lago propiedad de Trump, en el estado de Florida. Ahí, ante la mirada atónita de todo tipo de personalidades, el republicano propuso, a manera de chiste, que Canadá se anexara a los EEUU.
Pero al parecer lo que inició como una “broma de mal gusto”, se podría convertir en un objetivo serio por parte de Trump, quien tomará posesión por segunda vez al frente del Gobierno de EEUU, el próximo 20 de enero.
Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau lo sabía y renunció”, continúa el comentario de Trump en redes.
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