Se cerró el ciclo del presidente López Obrador entre elogios de la mayoría de los mexicanos y la añoranza de decirle adiós a un grande entre los grandes luchadores sociales de nuestro país en toda su historia y con ello, se dio la bienvenida a un gobierno de total vanguardia. Por si el del originario de Tabasco no lo hubiera sido, estrenamos en el norte del continente americano, el comienzo de una administración de avanzada, bajo el liderazgo de la primera mujer presidentA, que además es de izquierda y que sigue de parte de los más pobres.
Con el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, no solo continuarán los proyectos que se desarrollaron bajo el mandato del presidente Obrador, además se tendrán nuevas obras e infraestructura como nuevos trenes, se ampliarán y crearán otros programas de apoyo a la sociedad, en especial a los jóvenes y mujeres, se construirán nuevas universidades que alcancen a un mayor número de ciudadanos en etapa formativa, se desarrollarán tecnologías para la creación de medios de transporte sustentables como el primer auto eléctrico cien por ciento mexicano y se fomentará el comercio de artesanías, fabricadas por mujeres indígenas, entre muchas otras iniciativas. Todo cambia.
Dado que ahora, quien se encuentra en el poder es una profesionista que ostenta como último grado académico un doctorado en ingeniería ambiental, que es investigadora en la UNAM, la mejor universidad del país, que habla de corrido, que no viene de origen rural ni de algún estado marginado de la república, que se puede comunicar en inglés, que da respuestas directas en sus mañaneras, las cuales duran apenas una hora y treinta minutos, que hasta camina derechita y que su color de piel es algunos tonos más claros que el del presidente López Obrador; ahora la oposición política mexicana, que tomó de pretexto todas las características antes mencionadas, para elaborar ataques cargados de racismo y clasismo contra el nacido en Macuspana, también detonó sus armas con ataques misóginos, dirigidos a la presidentA Claudia Sheinbaum y a algunas las mujeres notables que conforman el bloque del oficialismo.
Las huestes mediocres del fascismo mexicano no han dejado duda de todo lo deleznables que pueden llegar a ser, al colocar en tendencia en redes sociales como X, antes Twitter, etiquetas con ataques directos a la mujer por ser mujer, algo que, por cierto, está castigado por dicha plataforma pero que ni siquiera llamó la atención de sus ejecutivos en México y que fue dirigido a aquellas que conforman la cuarta transformación. Pusieron en marcha dicha estrategia de golpeteo mediático, como si en ello, de repente, la suerte diera un vuelco para sonreírles y que, de alguna manera, los votantes del partido guinda, pudieran cambiar de decisión, para favorecerles a los otrora partidos poderosos.
No conformes con eso, las mentiras han abarcado casi en su totalidad a los medios informativos de las cadenas de televisión privadas y sus filiales, tanto en radio como en periódicos. El mejor ejemplo de ello ha sido el seguimiento dado a la consecución de los efectos por la reforma al poder judicial; “que si van a correr a la base de la pirámide que lo conforman”, “que si la presidentA o el poder legislativo van a elegir a los ministros”, “que si vamos rumbo a una dictadura”; la misma cantaleta, con bríos reforzados pero, de los mismos guacamayos.
¿Es esta estrategia de la derecha, encaminada al desprestigio del rival político, mediante la calumnia y el engaño, lo suficientemente verosímil para convencer al electorado y a los poderes económicos de que la mejor opción de gobierno sigue siendo la de ellos, cuando en las últimas elecciones solo lograron evidenciar la crisis política en que se encuentran sumergidos al grado de casi desaparecer electoralmente? Por descabellado que parezca, para quienes les financian y crean sus campañas de odio, que solo demuestran cuán alejados están de la sociedad en general, es un rotundo sí.
Aún después de dos grandes fracasos electorales, de una crisis que devino en la extinción del PRD, de los grandes escándalos de corrupción que supusieron el destape de la cloaca de la colaboración del gobierno federal con el narco y que le suponen ahora a Genaro García Luna una condena de más de 38 años de cárcel; aun a pesar de todo ello, existe quien cree que, la derecha fascista, clasista, misógina y racista y sus personajes, con sus trajes de diseñador, hechos a medida, con sus autos de lujo y relojes suizos, entre el cinismo y la soberbia, con sus nombres de quíntuple apellido que solo les sirve para farolear entre ellos y con estudios en Yale o Harvard que les adoctrina para sumergirse en una pensamiento netamente capitalista pero mortal y con su más terrorífica costumbre, la de embolsarse el dinero que corresponde al pueblo mexicano, aun con todo hay quien piensa que ellos son mejor opción. Ilusos, nada cambia.
- Twitter: @Pablo_OcampoEsc
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