Ante una ola de robos, peleas, agresiones sexuales y actos de nudismo protagonizados, según las autoridades, por jóvenes extranjeros —en su mayoría de origen magrebí y provenientes de Francia— varias piscinas públicas en Suiza, como la de Porrentruy, prohibieron el ingreso a personas sin residencia o vínculo directo con el país.

La medida, vigente todo el verano, permite el acceso solo a ciudadanos suizos, personas con permiso de residencia o trabajo, y turistas con acreditación. A pesar del refuerzo de seguridad, las autoridades consideran que fue insuficiente y defendieron la decisión como “preventiva, no racista”.
El alcalde de Porrentruy, Philippe Eggertswyler, aseguró que se busca proteger la tranquilidad de los vecinos. Las autoridades esperan que la reapertura de la piscina en Delle, Francia, el 8 de julio, reduzca la presión migratoria en sus instalaciones recreativas.
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