De cara al inicio del próximo gobierno en Guanajuato, crece la tensión entre algunos priistas y panistas por la repartición de cargos. Aunque la gobernadora electa, Libia Dennise García, ha sido elogiada por su capacidad de unir a ambos partidos, algunos señalan que la distribución de posiciones no ha sido equitativa, dejando a varios priistas descontentos.
Fuentes cercanas al medio PolíticoMx aseguran que la situación se complica aún más por la salida inminente del fiscal Carlos Zamarripa. Aunque dejará su cargo, se comenta que ha estado maniobrando para colocar a uno de sus subordinados en una posición clave, lo que ha generado fricciones adicionales dentro del equipo de transición.
La repartición de cargos se ha convertido en un tema delicado, ya que las expectativas de ambas fuerzas políticas no se han cumplido. Esto ha generado preocupación entre los priistas que sienten que su representación en el nuevo gobierno podría ser menor a la esperada.
Mientras tanto, la incertidumbre crece en el entorno político de Guanajuato, y algunos observadores advierten que esta situación podría afectar la estabilidad del próximo gobierno si no se maneja con cuidado.
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