De acuerdo a lo que nos dice el diccionario: el “echaleganismo” no es otra cosa que el mito de la “meritocracia”, y aunque pueda parecer un término muy complicado de entender, en realidad es muy sencillo, pues en éste se cree que las personas pueden lograr todo lo que propongan si trabajan duro, en pocas palabras, si “le echan ganas” agregaría por si no acabara de comprenderse la idea, hacen méritos con quién sea que sea su empleador o si trabajan por su cuenta para salir de la pobreza, lo lograrán tan solo con el poder de su voluntad y trabajando duro. Qué se lo digan al obrero/ra o peón que desempeña diversos oficios y que sale desde las 4 de la mañana para cruzar la ciudad o su pueblo, y que regresa a su casa en la noche.
Con esta idea, para que las personas puedan llegar a la parte más alta de la pirámide social, alcancen privilegios y una situación de riqueza, solo necesitan talento, esfuerzo y dedicación; es decir su propio mérito. A pesar de que no suena algo imposible, esta idea no toma en cuenta EL CONTEXTO en el que se desenvuelven todas las personas: si son ricas, tienen herencias, son trabajadores, o viven en situaciones de pobreza extrema.
Esto es muy importante, ya que son situaciones que distorsionan la igualdad de posibilidades: “a pesar de la vasta creencia de que el ingreso es fruto del esfuerzo, la cantidad de ganas echadas no es proporcional al éxito obtenido”, explica Alice Krozer (Profesora investigadora del Centro de Estudios sociológicos en El Colegio de México con doctorado en estudios de Desarrollo por la Universidad de Cambridge. Ha escrito sobre la medición de la desigualdad, salarios mínimos, pobreza, género y el estado de bienestar. En su texto La mentira de la meritocracia, por lo que dice: para ser rico hay que nacer rico.
Y aunque esto no quiere decir que las personas que son ricas no trabajan duro, al criticar el “echaleganismo”, se hace ver que ellos los que no nacieron ricos le “echan” tantas ganas como lo hacen otras personas; pero no todas logran acceder a un nivel más alto, debido a que viven en situaciones desiguales. Pues mientras el 74 por ciento de las personas que nacen en pobreza en México nunca salen de ella; con o sin ganas, mientras que aquellos que nacen ricos casi nunca pierden su posición y heredan los privilegios a sus hijos, explica Alice Krozer.
La idea central de la meritocracia es el criterio de un orden en el que el mérito prima como criterio de distribución, sin embargo crea una contradicción ante sistemas que están basados en la selección mediante características adscriptivas como riqueza heredada, clase social, etnicidad, raza.
Con lo que se concluye que la riqueza es una montaña sin cima; siempre se puede subir más alto. En la miseria no se puede descender más bajo de cero”
“Es difícil entender a esta sociedad que sigue caminando para que el 1% de la población tenga el 99% de la riqueza mundial; realidad que sigue avanzando con la estrategia de los enriquecidos, la complicidad de personas con dificultades económicas que viven en crédito continuo, y que no acaban de despertar y darse cuenta que nunca les alcanza; que con trabajos llegan a fin de mes. Así como con la indiferencia de políticos y empresarios corruptos” Sin embargo todavía algunos se asustan de la palabra distribución social a través de programas sociales que apoyen a los que menos tienen. Así como se asustan de la idea de pagar impuestos altos que sean cobrados de manera justa a los que más tienen. Cuando la desigualdad social en especial en los países subdesarrollados como América Latina, como México; llega a ser obscena, como bien lo anotan los sociológos y esposos franceses, Monique Pincon Charlot y Michel Pincon, especialistas en clases sociales y pobreza.
Y señalan que “Llega a ser obscena la riqueza de unos, así como terrible la pobreza de otros ( el 99 % de la población en el mundo) “Hoy en día, algunos conducen automóviles lujosos, poseen yates capaces de cruzar los océanos y habitan quintas rodeadas de parques encantadores. Ellos ganan en un mes lo que otros jamás podrán ganar en una vida completa de trabajo. En contraste, cada día hay más personas que viven en la pobreza: tú sin duda, has oído hablar del desempleo y sabes que en el mundo hay muchas personas que no tienen trabajo. Otros trabajan, pero no ganan suficiente para vivir bien: les falta lo necesario para comer, no tienen cómo ir al médico y nunca salen de vacaciones”.
Con su estudio riguroso de las clases sociales, en particular de las élites. Se propusieron resolver la pregunta que le da título a su libro. “Por qué los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”. ¿Cuáles son las raíces de la pobreza? La pobreza en el mundo tiene diversas causas: el colonialismo, la esclavitud, la guerra, las invasiones. La corrupción, empleos precarios (mal remunerados y sin prestaciones)
Sin embargo todavía algunos se asustan de la palabra distribución social a través de programas sociales que apoyen a los que menos tienen. Así como se agobian ante la idea de pagar impuestos altos que sean cobrados de manera justa a los que más tienen. Cuando la desigualdad social en especial en los países subdesarrollados como América latina, como México; llega a ser obscena, como bien lo anotan los sociológos y esposos franceses, Monique Pincon Charlot y Michel Pincon. La pobreza y la desigualdad en México tienen raíces históricas ancestrales, que se relacionan con la estructuración desde tiempos coloniales, de una sociedad dual con grandes diferencias culturales, de acceso a oportunidades, y en su distribución geográfica o territorial. Así como de concentración de riqueza y poder. Entonces, ¿Solo se trata de echarle ganas?
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