Durante la Mañanera del Pueblo de este martes, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió la próxima elección judicial a realizarse el 1 de junio, donde el pueblo podrá elegir directamente a magistrados y ministros, y respondió con contundencia a las críticas de la oposición, quienes han calificado esta medida como un acto de autoritarismo.
“No entienden que no entienden”, expresó la mandataria al referirse a quienes rechazan esta transformación del sistema judicial, y recordó que la reforma es una respuesta al profundo nivel de corrupción, nepotismo y falta de justicia que ha imperado en el tercer Poder durante todo el periodo neoliberal.

Sheinbaum cuestionó abiertamente que algunos integrantes del aparato judicial hayan favorecido a intereses económicos por encima de la ley: “¿Cómo es posible que haya jueces que permiten a grandes empresarios no pagar impuestos o que liberen a miembros del crimen organizado sin fundamento legal?”, reclamó.
Momentos más tarde, la Presidenta recordó uno de los actos de corrupción más graves de la historia reciente del país: la reforma al Poder Judicial que en 1995 promovió el entonces presidente Ernesto Zedillo, y que derivó en la remoción total de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En ese modelo, dijo la líder del Ejecutivo fedral, los nuevos ministros “le debían el cargo al presidente”, lo cual no fue señalado como un verdadero acto autoritarismo.
“Y ahora que se plantea que el pueblo decida directamente quién debe impartir justicia, lo llaman autoritarismo”, ironizó.
La mandataria citó además un fragmento del libro La Duda Sistemática, escrito por el ex candidato presidencial priista Francisco Labastida Ochoa, donde se revela que Ernesto Zedillo habría negociado la “transición” del año 2000 a cambio de un rescate económico proveniente de Estados Unidos: “Zedillo gestionó entregar la presidencia a la oposición, a cambio de un préstamo de 40 mil millones de dólares del gobierno de EUA”, leyó Sheinbaum Pardo.
Debes leer:

Comentarios