En un mensaje publicado a través de sus redes sociales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó que la llegada de los españoles hace más de cinco siglos marcó el inicio de un periodo de sometimiento y eliminación de las culturas originarias del continente americano. Para la mandataria, el 12 de octubre no debe ser recordado como el “Día de la Raza” o el “Día de la Hispanidad”, sino como una oportunidad para reflexionar sobre las consecuencias que este encuentro tuvo para las civilizaciones prehispánicas.
Sheinbaum subrayó que, aunque Cristóbal Colón “descubrió” América para los europeos, en lo que hoy es México ya existían grandes civilizaciones que forman parte de la identidad y orgullo de los mexicanos. La presidenta enfatizó que el proceso de colonización no trajo únicamente intercambios culturales, sino también represión, sometimiento e incluso la eliminación de los pueblos originarios, cuyas consecuencias aún se sienten en la actualidad.
Las disculpas engradecen a los pueblos
En su mensaje, Sheinbaum defendió la importancia de ofrecer disculpas por los crímenes cometidos en el pasado, argumentando que este acto no solo no es vergonzoso, sino que, al contrario, engrandece a los pueblos y fortalece lazos entre naciones. En este contexto, hizo referencia a diversos ejemplos internacionales en los que países han reconocido sus errores históricos y se han disculpado públicamente. Entre ellos mencionó a Japón, que pidió perdón por sus acciones en Corea y China, y a Alemania, que asumió su responsabilidad por el Holocausto ante el Parlamento israelí. También citó el caso de Estados Unidos y su disculpa a Guatemala por experimentos médicos realizados en el pasado, así como la reconciliación de Francia con Argelia y Ruanda, y Bélgica con la República del Congo.
Sheinbaum también recordó que México ha ofrecido disculpas en su propia historia reciente, como el reconocimiento de los daños causados a la comunidad china y a los pueblos yaqui, quienes fueron víctimas de discriminación y abusos en el pasado. Esta serie de ejemplos fueron expuestos por la presidenta para respaldar su postura de que un acto de disculpa no es una señal de debilidad, sino de responsabilidad histórica.
Aunque Sheinbaum dejó claro que no hay una ruptura de relaciones con España, reiteró la necesidad de que se reconozcan los abusos cometidos durante la colonización, especialmente hacia los pueblos originarios de México. Según la mandataria, este gesto de disculpa sería un paso importante para sanar heridas históricas y avanzar hacia una reconciliación genuina. Al hacer este llamado, Sheinbaum reafirmó su compromiso con la memoria histórica y la defensa de los derechos de los pueblos originarios.
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