Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno no permitirá más casos de conflicto de interés, como los ocurridos en las administraciones de los expresidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón. La mandataria criticó cómo estos exmandatarios beneficiaron a grandes empresas transnacionales mientras ocupaban cargos públicos, para luego convertirse en empleados de esas mismas compañías.
Sheinbaum señaló específicamente a Zedillo, quien privatizó los ferrocarriles mexicanos, permitiendo que ciertas empresas se beneficiaran directamente de dicha decisión. “Sale del gobierno y se va a trabajar a la empresa que se vio beneficiada con la privatización”, comentó la presidenta, en referencia a los vínculos laborales posteriores de Zedillo con una de las compañías involucradas.
La mandataria también mencionó a Calderón, cuestionando su relación con la empresa energética Iberdrola. Aunque no ofreció detalles específicos, evidenció que las decisiones tomadas durante el sexenio de Calderón favorecieron a la transnacional, lo que posteriormente pudo haber facilitado su incorporación a la empresa con un salario millonario.
Sheinbaum dejó claro que su gobierno revisará estos casos para evitar que se repitan en el futuro, subrayando que estos conflictos de interés son inaceptables. “Eso es lo que llamamos la separación del poder político del poder económico. Entonces, sí lo vamos a revisar”, afirmó.
Con esta postura, la presidenta refuerza su compromiso de combatir la corrupción y garantizar que el servicio público no sea utilizado como trampolín hacia beneficios personales en el sector privado.
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