A partir del 29 de marzo de 2024, en la Ciudad de México, es obligatorio registrar a los animales de compañía para aplicar la nueva Ley de Protección y Bienestar de los Animales. El Registro Único de Animales de Compañía (RUAC) era un proceso que estaba a disposición de los ciudadanos de la CDMX desde antes de la publicación de la nueva Ley. Había tratado de registrar a mi gatita desde antes, para que se tuviera el control de sus vacunas y quizá, en algún momento, tener acceso a servicios médicos, pero nunca pude ingresar a la plataforma, incluso en marzo o abril.
Con frecuencia en la Alcaldía en que vivimos hay campañas de esterilización gratuita para nuestros compañeros de vida, aunque en el momento en que esterilicé a la minina no estuvo disponible el servicio. Ahora cada vez con más frecuencia lo ofrecen en distintas zonas de la alcaldía y esto favorece tanto para los animales de compañía, como para las jaurías que a veces rondan nuestras colonias. Animales que conforman una manada ya que son abandonados en las calles o nacen ahí. Muchas personas se conmueven de ellos y dejan comida y agua en los alrededores para que puedan sobrevivir.
A principios de este año conocimos noticias que nos conmocionaron, sobre todo en el Estado de Puebla. Scooby, Huellitas y Muñeca, fueron tres animalitos que llevaron a la ciudadanía a las calles de la CDMX, tomaron el CBTIS 86 y algunas calles de Puebla. Pero esto sólo es el extremo de la crueldad que provoca la descomposición social que vivimos, deshumanizar el dolor de un ser que siente es comprobar que la violencia impacta no sólo entre personas, sino que permea de forma abrumadora a nuestras nuevas generaciones y es un llamado de alarma para la sociedad en general y los padres en particular.
Los animales de compañía además de necesitar de nuestros cuidados y acompañamiento están vinculados con nosotros afectivamente. Las muestras de cariño que tienen hacia nosotros son visibles, diferentes en cada especie, pero nos buscan, a pesar de no darles las mejores condiciones de vida. He visto a perritos que viven en las azoteas mover sus colitas cuando sus dueños suben para darles de comer. Son seres que confían a ciegas en nosotros, por ello sufren cuando son olvidados.
Justo es la razón por la que siempre estuve en contra de que lleváramos a casa de mamá animales, porque ella siempre era la que terminaba cuidándolos y habían ocurrido algunos accidentes porque no sabían andar solos, como sucede con ciertos perritos de la calle. Por mis actividades y lo limitado del espacio nunca vi como una opción tener una mascota. Sin embargo, en la pandemia, al ver la forma en que les costaba trabajo sobrevivir a los gatitos que rondaba las casas aledañas, tomé la decisión de adoptar una. Esa pequeña se convirtió en un soporte emocional muy importante, en especial cuando mi madre murió.
La gata y yo convivimos mucho y hemos conformado una manada que tiene un lenguaje propio donde puedo identificar si me está pidiendo de comer, salir al pasillo del departamento, que le abra la ventana o si pide que nos vayamos a dormir. Es muy exigente, tengo que jugar con ella, darle de comer, se enoja cuando no le hago caso, tiene un temperamento propio y durante todo el día necesita que le haga caso; incluso a las tres de la mañana, cuando me despierta para comer, porque no importa si le sirvió el dispensador, quiere que la lleve hasta su plato para que pueda comer a gusto.
La rutina se rompe cuando estoy enferma, es evidente que se percata que no estoy bien porque en esos días no solicita nada, sólo se queda acostada a un lado de mí. Se le olvida la necesidad de que la lleve a su plato de comida, ella sola va y no quiere que le prepare nada. Pero identifica el momento exacto cuando me siento mejor, porque ya comienza a pedirme que la abrace o que vaya a darle de comer. Nuestros animales de compañía son seres sintientes que requieren de nuestro cuidado y ahora, estarán respaldados por la ley para evitar más casos de maltrato.
Ayer platicaba con una conocida y me comentaba que tenía miedo de que después del registro se pudiera cobrar algún impuesto por el animal. Hasta el momento, no parece una opción. La situación es que las personas que no tienen ningún riesgo de ser sancionados por maltrato animal son quienes van a responder a la solicitud. Hay que ver de qué forma el gobierno capitalino resolverá que las personas realicen el registro. En las redes sociales he visto comentarios de las personas que desconfían que la CDMX tenga el registro de los animales.
La ventaja del RUAC es que sea más rápida la atención en el hospital veterinario de la CDMX https://www.agatan.cdmx.gob.mx/agatanhv, que asumo será un servicio que poco a poco se extenderá a todas las alcaldías. Quizá esa es la mayor ventaja que tengan quienes convivimos con mascotas. Además de que será una medida de prevención contra el abandono de animales. Por fin ayer, 10 de abril, conseguí registrar a mi gata, así que espero que todos puedan hacerlo sin contratiempo https://www.ruac.cdmx.gob.mx.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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