Con furioso afán la derecha y sus medios desinformadores se han volcado con rabia singular a señalar con dedo flamígero las presuntas fallas en la operación del metro capitalino. Han usado hasta el cansancio la retahíla agobiante de que se trata de negligencia del gobierno de la Ciudad de México y de su titular (una de las principales aspirantes a la sucesión presidencial), aduciendo también el tema de un recorte presupuestal que ligan a la austeridad aplicada desde los gobiernos de izquierda.
Con el clima y la atmósfera enrarecidos sacan el mayor provecho del río revuelto que han provocado los sendos incidentes en el transporte colectivo metro, el más importante del país y que moviliza más personas a nivel nacional.
El manejo político de estas desgracias deja ver que en realidad se trata de un golpeteo intencional y subido de tono, con nivel de desesperación marcadamente grave por los consecuencias letales que provoca y en donde siempre, en medio, se encuentra la clase más vulnerable. Es cuando menos, sospechoso que esos incidentes inéditos en lustros, hoy aparezcan casualmente cuando a la oposición le empiezan a estallar sus minas acumuladas de corrupción y cuando las cloacas de podredumbre comienzan a desbordarse ya que se presentan eventos de relevancia internacional que marcarán su destino electoral, político y jurídico de los próximos años.
No es menor, el juicio criminal en Nueva York a su ex jefe policiaco que arrojará lodo al por mayor, por decirlo eufemísticamente y que hará cimbrarse a la denominada clase política engendrada en la concertacesión, los voceros oficiosos y quienes ven próxima su caída al abismo de su desgracia junto con todos aquellos que por acción u omisión permitieron la colusión, participación, involucramiento en la delincuencia al más alto nivel.
Por otra parte y dado el lógico desprestigio que suponen golpes mediáticos de ese nivel a la gobernante capitalina sobre todo entre la población de la Ciudad de México que dicho sea de paso es una de los electorados más volubles y manipulables en su gran mayoría, pues quedó demostrado en 2021 que un sector importante de la población se asume como clase media (aspiracionista, como debería nombrarse) y es diariamente bombardeado desde sus medios de comunicación de consumo cotidiano en la ciudad, redes sociales, noticieros, estaciones de radio, periódicos, etc. lo que ha destapado una importante advertencia para que nos demos cuenta que es necesaria una figura de peso que les haga frente en lo que se avecina como la más sucia de las campañas electorales rumbo al 2024, pues si ahora que ni siquiera se inicia el proceso electoral ya la oposición esta golpeando con esa magnitud, mal haría el movimiento morenista en volver a sub estimar al adversario que se le plantó enfrente en 2021 y con campañas negras le logró sacar varias alcaldías y espacios políticos en la que es la entidad laboratorio de la gran disputa por la presidencia.
Atentos y a revisar si verdaderamente… ¿¿es Claudia??
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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