“… Ayer México ganó y ganó la democracia. Por primera vez el pueblo ejerció su derecho a elegir, de manera directa, a sus jueces, magistrados y ministros. Nunca en la historia de nuestro país la ciudadanía había expresado su voluntad sobre el Poder Judicial… El mensaje que hoy México manda al mundo es: la justicia también es un asunto del pueblo…”.
Rosa Icela Rodríguez. Secretaria de Gobernación.
Conferencia Matutina del Pueblo. 2 de junio de 2025.
https://youtu.be/yDUxgGydX2Q Segmento 20:20/26:56.
Con la participación de alrededor de 13 millones de mexicanas y mexicanos ayer el pueblo demostró que quiere y debe seguir avanzando en la transformación democrática de México. Durante los meses previos a esta elección, la ciudadanía debió enfrentar retos de diversa índole los cuales integraron una trama ideológico-política-mediática muy bien tejida por la fachiza mexicana y sus múltiples socios internacionales.
La narrativa de la derecha mostró nuevamente su verdadero rosto al calificar a la población de incapaz de elegir a quienes “representan la justicia en México”. De ignorante pues el pueblo no “tiene ni idea” de lo que es hacer justicia en un país. La narrativa mediática, expresada a través de comentaristas y opinólogos, tanto de México como de otros países, hicieron campañas costosas para insistir en que la reforma al Poder Judicial “vulneraba la división e independencia de poderes” y llevaba a México a una “dictadura comunistoide”.
A distintos niveles, desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), los tribunales federales y locales, las personas juzgadoras y el gremio administrativo de todos esos ámbitos puso énfasis en la “destrucción de un poder” que sirve de “contrapeso” en la ecuación del Estado mexicano. La reforma “conduce a la imposición de Morena de los juzgadores y la intromisión del crimen organizado en el poder responsable de la justicia en el país”.
Al interior del Instituto Nacional Electoral (INE), en el que los personeros de Lorenzo Córdova y su camarilla siguen siendo mayoría en la toma de decisiones del colegiado electoral, lo cual le complica a la consejera presidenta, Guadalupe Tadei, y a un par o tal vez tres consejeras y consejeros, tomar decisiones ad hoc con las transformaciones actuales.
Lo anterior, le complicó al ciudadano la cabal comprensión del proceso electoral en distintas fases: importancia del ejercicio del voto, comprensión del proceso de elección a través de las distintas boletas, la amplia difusión de los perfiles, no solamente a través de la página institucional, para todo ello pudieron ocuparse a fondo los tiempos oficiales de los que dispone el INE, situación que ocurrió solamente de manera parcial.
Sin embargo, este primer ejercicio de la democracia participativa aplicado a la elección de las personas juzgadoras deja muchas enseñanzas. Solo por mencionar algunas me refiero a la voluntad e interés puesto por el pueblo en “decodificar” las distintas boletas, indagar información acerca de los candidatos, seleccionar a aquellos que podían muy bien formar parte de su lista o “acordeón”, diferenciar el proceso federal del local y asociarlo a las boletas que tendría a su disposición el día de la elección.
Asimismo, identificar al comité de evaluación, de los tres integrados en los términos del artículo 96 constitucional, de su mayor confianza para conocer las candidaturas propuestas por el comité de su preferencia y favorecerlas con su voto. En realidad, resultó muy cuesta arriba informarse sobre los perfiles de más de 50 candidatas y candidatos, por los cuales cada una o uno de los ciudadanos votarían el 1 de junio.
Sin embargo, de acuerdo a la información proporcionada por la consejera presidenta del INE, Guadalupe Tadei, la noche del 1 de junio, alrededor de 12 o 13 por ciento de la población votante, porcentaje equivalente a un aproximado de 13 millones de ciudadanas y ciudadanos, concurrieron a las urnas para elegir a 881 cargos de poco más de 1,800 y, por primera vez, el pueblo ejerció su derecho a elegir a sus personas juzgadoras.
Recordemos que antes de la reforma constitucional al Poder Judicial la elección de ministras y ministros de la SCJN recaía prácticamente en la persona titular del Poder Ejecutivo Federal, quien enviaba una terna al Senado de la República para que se eligiera a la o a el ministro que cubriría el espacio disponible. Finalmente, la elección la llevaba a cabo un grupo pequeño de políticos. Desde ayer la situación cambió totalmente.
Sería interesante hacer algunas estimaciones acerca de cuántos votos serán los que ahora mismo se encuentran contando en las sedes de las oficinas distritales del INE distribuidas a todo lo largo y ancho de México. En las cinco circunscripciones del país. Tomando en cuenta la cantidad de votantes del domingo pasado y considerando que la mayoría de esos millones eligió a más o menos 50 o 52 personas juzgadoras de todos los niveles federales y también en 19 entidades de juzgadores locales. Seguramente la cifra nos sorprenderá.
Por lo pronto, las y los elegidos por el pueblo tomarán posesión el 1 de septiembre de este año. La elección para renovar la totalidad del Poder Judicial concluirá en el 2027. Antes de la siguiente cita, deberán realizarse cambios sustantivos para superar los inconvenientes que, en este pasado domingo, y días antes, originaron comentarios entre la gente, que no asistió a la cita electoral, como este: “… quiero votar el 1 de junio, antes no sabía cómo, ahora ya lo sé, pero ahora me falta saber por quién votar…”.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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