Esta vez la hipocresía nacional representada por la oposición derechista incluyendo a todos sus “voceros” de la comentocracia mediática, académicos, intelectuales y demás adeptos ideológicos se están exhibiendo de cuerpo entero, pues al mismo tiempo que con osada vehemencia vociferan una supuesta ruptura al orden constitucional y pregonan con mas frecuencia que el audio de la camioneta que pasa y se escucha por las calles y colonias de México recolectando colchones, lavadoras y estufas viejas su trillado y cansado lema de: “el INE no se toca” se han quedado callados y guardando un silencio cómplice vomitivo de las desafortunadas declaraciones e intenciones en el vecino país del norte hechas por personajes perfectamente identificados con grupos radicales, intervencionistas e injerencistas que con marcado supremacismo consideran que México debe ser una colonia o protectorado estadounidense y se deben enviar fuerzas policiacas o militares al sur de su frontera, esgrimiendo protección a sus ciudadanos, pero violando con ello de manera flagrante nuestra soberanía nacional.
Sin embargo, todo ello ha servido para desenmascarar a la oposición apátrida que supuestamente hoy se atribuye la lucha democrática nacional y de defensa institucional, pero en el colmo de sus incongruencias y discurso falsario también llama y apoya al intervencionismo norteamericano incluso lo festeja.
Estos hipócritas opositores como los serviles y genuinos representantes de aquellos que en el siglo XIX acudieron a Europa a pedir en México un gobierno monárquico, ahora tal cual son y seguirán siendo, realizan las mismas prácticas y actualizan sus costumbres vasallas indignas pues el más notorio de estos sin vergüenzas, el partido acción nacional, exige que el gobierno mexicano se deje “colaborar” por la DEA, pues en su evidente razonamiento entreguista para ellos es mas importante el interés extranjero que el supremo interés público nacional.
Con ello nos damos cuenta claramente que su esencia de hipocresía y de falsa lucha en defensa de causas democráticas o republicanas son una ficción y una farsa discursiva que busca generar un temor infundado en la sociedad sobre la percepción hacia el gobierno más democrático en décadas, el de la cuarta T.
Los personajes que la oposición tiene infiltrados en el Instituto Nacional Electoral, así como en el Tribunal Electoral del Poder Judicial, para conservar y garantizar sus tropelías y amañadas contiendas electorales han elucubrado discursos muy exagerados, incluso que rayan en la injuria e ilegalidad pues el más arrogante y execrable con balandrón protagonismo, Lorenzo Córdova ha llegado a afirmar que en México se está dando un golpe de estado, pues al decir que se ha roto el orden constitucional eso es lo que insinúa, pero el doctor en derecho no está enterado que la representación popular depositada en el titular del ejecutivo y en los legisladores del congreso son los que llevaron adelante esas reformas que tanto le perjudican tanto a él como a sus co-partidarios.
En fin, hoy en los medios tradicionales y masivos no hemos escuchado esa arenga anterior cuando alguno de sus titulares del ejecutivo de gobiernos prianistas eran zarandeados por alguna declaración extranjera y de inmediato pedían “cerrar filas” en torno al gobierno y así con su hipocresía vil pregonaban un falso nacionalismo y se lo exigían a los que ahora están en el poder y a quienes en su afán golpista quisieran ver derrocados por el gobierno gringo que tanto admiran y del que son serviles, tal vez con ello piensen, como lo hiciera aquella indigna representación conservadora que acudió a Europa a pedir el gobierno de Maximiliano, que será su oportunidad de regresar al poder, pero no pasarán y citando al canciller, a México se le respeta a pesar de su oposición sin patria.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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