Durante la fallida “guerra contra el narco” de Felipe Calderón, Marisela Morales Ibáñez fue procuradora general de la república, acumulando acusaciones por corrupción y fabricación de casos ¿se la imaginan como ministra de la SCJN?
Bueno pues Morales Ibáñez se registró en la primera etapa rumbo a la Elección Judicial que se llevará a cabo en junio del 2025. Ella se registró a través de la plataforma del Comité de Evaluación del Poder Judicial.
En el currículum de Marisela Morales Ibáñez resaltan irregularidades en las investigaciones que lideró como titular de la Procuraduría General de la República (PGR), violencia, represión y mentiras.
Fue muy cercana a Genaro García Luna, secretario de Seguridad también de Calderón. Y se sabe que le debe su ascenso en la función pública a Rafael Marcial Macedo de la Concha, militar y exprocurador de justicia durante el sexenio de Vicente Fox. El militar está relacionado a la época de la guerra sucia en los años 70s y 80s.
Trabajando hombro con hombro con García Luna, hoy preso en un penal de EEUU, Morales Ibáñez se encargaba de llevar a proceso todas las investigaciones viciadas del ex secretario de seguridad pública.
Para hacer esto instaló la llamada “casa del terror”, oficialmente conocida como Centro Nacional de Arraigos, en la cual se torturaba y extorsionaba a personas que luego fungen como testigos protegidos.
Después de armar los casos se utilizaba a estas personas para acusar de delitos inexistentes a opositores al régimen calderonista.
Entre los testigos protegidos más utilizados por Morales Ibáñez están José Salvador Puga Quintanilla, con nombre clave El Pitufo, el abogado Roberto López Nájera, con nombre clave Jennifer y Sergio Villareal Barragán, alias el Grande, con nombre clave Mateo.
Los testigos protegidos estrella conocían de todos los asuntos y convivieron con todas las personas a las que acusaban sin ni siquiera poder describirlos físicamente, y al contrario terminaban demostrando una agudeza mental y una memoria privilegiada para recordar días, horas y lugares exactos. Pero se les olvidó que en esos momentos según sus propias declaraciones, ellos se encontraban en otro lugar en ese preciso momento y hora, colaborando y declarando en diversas causas penales y averiguaciones previas”, cuenta César Gutiérrez, en el portal La Silla Rota.
Debido a este proceder, 98 por ciento de los casos derivó en la liberación de los acusados.
El más polémico de estos casos fue el del ex comisario general de la Policía Federal, Javier Herrera Valles, él pasó cuatro años en prisión gracias a la fabricación de delitos por parte de la PGR. Su gran delito fue haber acusado a Genaro García Luna de tener nexos con el narcotráfico, algo que era evidente y que por si fuera poco acaba de ser confirmado por la justicia estadounidense: Genaro García Luna fue condenado a 38 años de prisión precisamente por tener nexos con el narco.
Otro fue el caso del “Michoacanazo”, en el que Morales Ibáñez ordenó la detención y arraigo durante 40 días de 40 servidores públicos, entre ellos 11 alcaldes. Con esa operación en el 2009, se les fabricaron pruebas de tener vínculos con “la familia michoacana”.
Este es el flamante perfil de Marisela Morales Ibáñez. Pero nada esta seguro para ella, pues aunque esté inscrita en el proceso, aún falta que el Comité de Evaluación del Poder Judicial revise sus antecedentes, etapa de revisión que concluirá el 6 de diciembre, luego además queda pendiente la insaculación.
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