No, no es un brindis ni nada que se le parezca, más bien es un lamento, o peor aún, un esbozo de queja y reclamo por la indolencia, ineficacia, egoísmo y deshumanización del sistema de salud de Tabasco, en especial de las instituciones que se supone deben servir a las trabajadoras y a los trabajadores y sus familias, tanto a aquellos que son empleados de la iniciativa privada (IMSS), como a los que son contratados por el gobierno federal (ISSSTE) y a los que trabajan para el gobierno del Estado de Tabasco (ISSET), procedo a narrar, evitando dar nombres para evitar mayores daños a quien ha sido objeto de estas criminales deficiencias.
Por más de 20 años he sido amigo de una química que ha trabajado para instituciones locales (ISSET) y federales (ISSSTE) y que se casó con otro querido amigo que murió víctima del COVID-19, él tenía cobertura del IMSS así que, a su muerte, ella quedó cubierta por las 3 instituciones. Creo que eso podría representar un incremento de posibilidades de tener una excelente cobertura de salud en caso necesario, lo que tristemente ha sido necesario.
El “vía crucis” que mi querida amiga ha tenido que transitar, inició con un dolor en la espalda baja, un poco cargado hacia la derecha, lo que la hizo pensar que se trataba de un problema muscular, porque a sus casi 60 años tuvo que levantar algunos garrafones de agua en su cocina, pero resultó que el dolor persistía, así que acudió al médico. Como la atención en las tres instituciones se tardaba demasiado y su dolor no cedía a los analgésicos, acudió a un médico con cuya amistad contaba; en una revisión más profunda encontraron que podría haber una lesión en la espalda que requería cirugía. Con pocos recursos, intentó que cualquiera de los 3 servicios médicos con que contaba la atendieran, pero en todos los casos, la cita con el especialista tardaría poco más de 1 mes y su dolor ya era tan insoportable, que ya le era difícil estar de pie o caminar.
Es importante anotar que la familia de ella vive en el Estado de Sonora, así que la mayor parte de los trámites y trances que tuvo que pasar, los hizo sola y terminó por acudir a la medicina privada porque, como ya anoté, ninguno de los 3 servicios con que cuenta la atendió como era preciso.
Después de la cirugía, por la que su familia terminó pagando poco más de $250,000 pesos, el médico le informó que había signos de células cancerosas en una de sus vértebras, así que ordenó una serie de estudios con objeto de tener un diagnóstico más certero, mismos que nuevamente pagaron los familiares de mi amiga, encontrando cáncer en el seno izquierdo y metástasis múltiple alrededor de su espina dorsal y en el lado derecho de su pelvis.
Hasta este punto, ella siguió intentando ser atendida por cualquiera de las 3 instituciones a las que tiene derecho, finalmente pudo conseguir una cita con un cancerólogo en el IMSS, pero alguna persona intermedia, cambió la especificación que establecía que la cita tenía que ser con un cancerólogo clínico y no con un cancerólogo quirúrgico; se trataba de que iniciara tratamiento de inmediato y de que le hicieran una serie de estudios con urgencia, pero esa misma persona, eliminó el estudio más importante que se requería para iniciarlo, una inmunohistoquímica.
Hace unas horas ella fue ingresada en el ISSET como producto del tremendo dolor, hasta donde he sido informado, han tenido que ponerle morfina para atenuar el dolor sin que ceda del todo. Por medio de algún amigo de ella, se había dispuesto todo lo necesario para trasladarla al Hospital Juan Graham Casasús, que es el único con alta especialidad en Tabasco, pero la doctora tratante, se negó categóricamente, aduciendo que ella era la responsable de la paciente y que era ella quien tendría que tomar cualquier decisión y evitó el traslado. A mi pobre juicio y siendo absolutamente parcial al dolor de mi querida amiga, la actitud de esa doctora es negligente y criminal, pero seguro algún juez o jueza amiga de ella la liberaría de inmediato.
El de mi amiga es uno de tantos casos que diariamente se padecen en Tabasco, y no parece haber voluntad del Gobierno del Estado, del IMSS o del ISSET para resolverlo. Esas mismas autoridades son responsables de capacitar y/o sancionar a los servidores públicos que necesariamente tendrían actuar con más calidad humana y calidez de todos, porque son quienes lidian con el dolor humano y la pena de la enfermedad y la muerte. ¿Hasta cuándo? Yo sigo esperando la cita con el delegado del IMSS en Tabasco.
La deuda de la 4T con Tabasco es gigantesca, de aquí surgió el mejor y más valiente Presidente de la República de los últimos casi 90 años o díganme ¿Quién se ha enfrentado a la oligarquía y al poder imperial como él?, de aquí tambien salió uno de los Secretarios de Gobernación más efectivos del mismo período y posible sucesor y continuador de la Transformación de la vida pública de México. Sin embargo, el sistema de salud pública y en algunos casos privada, es verdaderamente malo, aquí es urgente y muy importante una intervención rápida y profunda.
Solo espero que mi querida amiga no tenga que morir para que seamos escuchados. Ojalá que no sea necesario acudir a solicitar al Presidente Andrés Manuel López Obrador su intervención personal para atender al Pueblo Tabasqueño en materia de salud.
Termino diciendo que en el sector salud en Tabasco hay un gran desencanto frente a la Cuarta Transformación, la gente sigue creyendo en Andrés Manuel, como cariñosamente se le conoce aquí, y le tienen fe a Claudia y a Adán Augusto, pero no a los Presidentes Municipales, al actual gobernador ni muchos servidores públicos, parece que se recicló a viejos priistas que continuaron con sus mismas prácticas y han llegado al punto de condicionar la entrega de los recursos a las sociedades de madres y padres de familia de las escuelas de educación básica, exigiendo que hagan sus compras con tal o cual proveedor, quienes ahora tienen miedo de hablar. Será tema de una columna futura.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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