El ataque de las Fuerzas Armadas ucranianas contra un centro comercial en Donetsk, capital de la república homónima bajo control ruso, ha sido calificado como un acto de terrorismo premeditado por la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova.
“Este ataque despreciable contra el centro comercial es un acto terrorista meticulosamente planificado por los neonazis ucranianos y una muestra de desesperación por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania ante el avance firme de las tropas rusas en la línea de contacto. Su propósito es causar la muerte de civiles y sembrar el pánico”, expresó Zajárova en un comunicado.
La portavoz también señaló que “es evidente que Kiev ha recibido el visto bueno de sus aliados occidentales para cometer tantas atrocidades como sea posible contra civiles, con el fin de desestabilizar” a Rusia.
“Condenamos enérgicamente este otro atentado terrorista bárbaro perpetrado por el régimen de Kiev”, añadió Zajárova.
El 6 de agosto, el ejército ucraniano lanzó una ofensiva sorpresiva en la provincia de Kursk.
Hasta la fecha, los ataques ucranianos han provocado al menos 12 muertes civiles y más de 120 heridos, incluidos diez niños. Decenas de miles de civiles han sido desplazados debido a las hostilidades.
Según el gobernador interino de la región, Alexéi Smirnov, las tropas ucranianas avanzaron aproximadamente 12 kilómetros en la provincia y tomaron el control de unas 30 localidades, habitadas por unas 2,000 personas, hasta el 12 de agosto. El frente de batalla alcanzaba una extensión de 40 kilómetros en esa fecha.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió una “respuesta adecuada” a la provocación de Kiev, acusando al gobierno ucraniano de atacar indiscriminadamente instalaciones civiles y reafirmó que Rusia cumplirá con todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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