Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Elektra y ampliamente señalado por prácticas de usura y evasión fiscal, ha vuelto a protagonizar un escándalo al denunciar ante la Fiscalía General de la República (FGR) a la ministra de la Suprema Corte, Loretta Ortiz Ahlf.

En una estrategia intimidatoria, la denuncia del empresario ocurre en medio de litigios millonarios que sus empresas mantienen contra el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por el pago de impuestos, y refleja un patrón recurrente del empresario: utilizar su poder económico para eludir responsabilidades y presionar a instituciones públicas.
Usura y explotación financiera
Salinas Pliego ha construido su fortuna en sectores como la televisión, la banca (a través de Banco Azteca) y el comercio minorista. Sus empresas ofrecen créditos con tasas de interés que superan el 100% anual a sectores vulnerables, lo que ha endeudado a miles de familias. Elektra, por ejemplo, promueve préstamos con intereses muy elevados, una práctica que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha señalado como “abusiva”.
Evasión fiscal: Un historial controvertido
El conflicto actual surgió tras declaraciones de la ministra Ortiz, quien reveló que, antes de asumir su cargo en 2021, personas vinculadas a Salinas Pliego le ofrecieron manejar su imagen pública a cambio de favorecer a sus empresas en juicios fiscales. La Corte actualmente analiza si las compañías del magnate deben pagar más de 70 mil millones de pesos en adeudos al SAT.
La denuncia contra Ortiz es un intento de desacreditar a una ministra que podría votar en su contra. Cabe subrayar que el empresario ya había impulsado recursos legales para excluir a Ortiz de los debates fiscales en la Corte, lo que fue rechazado por la propia SCJN.
Frente a las acusaciones de la ministra, Salinas Pliego se limitó a tacharla de “mentirosa” y “sin escrúpulos”, sin presentar pruebas que refuten sus dichos. Tampoco ha explicado por qué sus empresas acumulan décadas de controversias fiscales o cómo justifica las tasas de interés de sus créditos.

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