En los días recientes, hemos sido testigos de una histérica guerra sucia en contra de la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, en el que plantea una reforma a la Ley del Seguro Social, la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro, la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Se van a robar el dinero de la gente…”, “Morena y sus aliados aprobaran una reforma para robarle todos sus ahorros a las familias mexicanas y usaran el dinero para manejarlo a su antojo”, “¿Por qué van a tomar lo que no es suyo?” fue así como políticos de oposición, empresarios y medios de comunicación corporativos expresaron su rechazo en redes sociales a la reforma del sistema de jubilaciones.
Sin embargo, esta reforma trata de corregir un daño causado en materia de pensiones que hicieron los presidentes Ernesto Zedillo Ponce de León (Ley IMSS) y Felipe Calderón (Ley del ISSTE), porque un trabajador que recibía con un salario de diez mil pesos se pensionaba con dos mil setecientos, ni siquiera el 40% de lo que ganaban. Además, después de nueve horas de intenso debate y pese a las débiles estrategias de los opositores de hacer tiempo, el Senado de la República aprobó en lo general y lo particular la minuta con las reformas a diversas leyes que crean el Fondo de Pensiones para el Bienestar y la turno al Ejecutivo Federal para su promulgación.
Uno de los principales opositores a la reforma al sistema de pensiones es el magnate Ricardo Salinas Pliego, quien debe más de 63 millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT). Además de ser dueño de Televisora Azteca, es el propietario de Afore Azteca, la cual administra 428 mil 732.6 millones de pesos de 18 millones 201 mil 924 trabajadores, de acuerdo con información del columnista Roberto Fuentes Vivar. Esta afore cuenta con la mayor cantidad de cuentas en el primer lugar en plusvalías recibida durante el 2023, con 516 mil 213 millones lo que le dio un resultado neto de 147 mil 825 millones de pesos. Además de manejar los recursos de los Afores concentrados en una cuenta del Banco de México.
¿Por qué es importante recuperar la visión social del sistema de pensiones mexicano? Desde mediados del siglo XIX, los obreros y campesinos de México lucharon por mejores condiciones laborales. Pero no sería hasta la Revolución mexicana que estas demandas se lograron plasmar en la Constitución de 1917, lo que marcó un momento trascendental en las garantías colectivas de México. En la Carta Magna se trazó el camino a un proyecto en el que el Estado sería garante no sólo de los individuos, también de los derechos colectivos de los trabajadores. El artículo 123 consagró al trabajador y a la previsión social de obreros, jornaleros, empleados, domésticos, artesanos y de todo contrato laboral. En su fracción XXIX, estableció que mediante la creación de Cajas de Seguros Populares, que se instaurarían mecanismos de prevención para casos de “invalidez, vida, cesación involuntaria de trabajo, de accidentes y de otros fines análogos”.
Pero no fue hasta el sexenio del general Manuel Ávila Camacho, en el marco de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), que el esfuerzo bélico de los países beligerantes tuvo una repercusión positiva en la economía mexicana. El país aprovechó las condiciones para impulsar el crecimiento económico y la industrialización, permitió la entrada de capitales repatriados y de capitales extranjeros que buscaban protegerse de los vaivenes provocados por la guerra. El gobierno federal manera utilizó la Nacional Financiera para financiar la instalación de nuevas industrias. Tras la promulgación de la Ley del Seguro Social de 1943, nació el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el propósito de brindar atención médica y jubilaciones a los trabajadores y a sus familias, con base en las aportaciones de patrones, trabajadores y gobierno. También, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) fundado en 1959, administraría las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado.
A partir de una visión social e integral, los trabajadores contribuyeron a la creación de sistemas de pensiones solidario, intergeneracional y de beneficios definidos. Estos tres componentes consisten en lo siguiente: el solidario, una parte del salario del trabajador va hacia las instituciones de seguridad social; el intergeneracional, unas generaciones aportan para las próximas generaciones; y de beneficios definidos, establece el monto de la pensión dependiendo de su salario y sus años de servicio. De modo que la seguridad social fue establecida en México como un derecho humano.
Así fueron los sistemas de pensiones en México hasta 1997, es decir, durante el avance del neoliberalismo en México. Durante el mandato de Ernesto Zedillo, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Seguro Social, en el que se articulo un esquema de capitalización individual para que las pensiones pasaran a ser manejadas por el libre mercado, bajo el argumento de que el IMSS estaba atravesando por crisis financiera. El Estado fue sustituido por un sistema denominado Administradoras de Fondo para el Retiro (Afore), para que todos los trabajadores una pensión si sus ahorros alcanzaban y entró en vigor el 1° de julio de 1997. De la misma manera ocurrió con los trabajadores del Estado tras la reforma a su sistema, que entró en vigor en 2007.
Con respecto al Fondo de Pensiones para el Bienestar del presidente López Obrador, adelantó que el próximo 1° de julio se entregara la primera compensación al primer trabajador beneficiado del recién aprobado fondo. Además, el 1° de mayo se va a publicar la ley y a establecer las reglas de operación para que las y los trabajadores tengan acceso a una jubilación completa. “Ese fue mi compromiso. Desde que estuve con los trabajadores en Río Blanco (Veracruz) el 7 de enero, ofrecí lo del Fondo de Pensiones para el Bienestar. Entonces, el 1 de mayo, Día del Trabajo, vamos a presentarlo”, señaló el titular del Poder Ejecutivo. No obstante, reconoció que la oposición pueda acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para invalidad esta reforma, aunque no existan fundamentos “el riesgo de que la declaren inconstitucional, sin fundamento, porque la Corte y todo el Poder Judicial, con honrosas excepciones, están al servicio de las minorías. Veremos qué actitud asumen”.
Detrás de esta guerra sucia, hay intereses económicos por parte de empresarios, como el mismo Salinas Pliego que buscan disminuir la participación del Estado en asuntos públicos. Afore Azteca debió entregar al IMSS más de 1,847 millones de pesos por cuentas de pensiones no reclamadas. Y sólo ha regresado el 1%, es decir, 19 millones de pesos. No olvidemos que Hugo Salinas Price, padre de Salinas Pliego, confesó en su libro Mis años con Elektra, que Elektra fue creada para incumplir con el pago de las cuotas del Seguro Social de los trabajadores de Radiotécnica, S.A., la compañía fabricante de radios que fundó Hugo Salinas Rocha, abuelo del concesionario de Televisión Azteca.
No hay que dejarnos engañar, es falso que el Gobierno de México quiera expropiar las pensiones de los trabajadores. La diputada Angélica Ivonne Cisneros Luján, presidenta de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, afirmó que el nuevo fondo de pensiones se concibe como un fondo solidario y complementario al monto de la pensión que ofrecen las Afores, para que todas y todos los trabajadores se jubilen con el 100% de su salario base. En definitiva, esta reforma tiene como objetivo que el que el Estado restablezca la visión social e integral de la seguridad social, como un derecho humano y no como una mercancía.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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