El concepto puede resultar muy amplio e incluso controversial, porque la interpretación de lo que ocurre cotidianamente siempre será filtrado por la perspectiva de quien lo observa; así, mientras desde dentro de mi casa a las 5:30 de la tarde en invierno, puedo decir que ya está obscuro, quien está en el patio me dirá con seguridad que no, que todavía hay luz de día. En ambos casos habrá verdad sobre la interpretación de la realidad, luego esta se interpreta desde distintos puntos de vista y percepciones diversas y muchas veces divergentes.
Para muchos, el inicio de la Cuarta Transformación y la declaración de que la filosofía que la reviste es el Humanismo Mexicano, indicaba un camino nuevo hacia la construcción de una sociedad que se dirigía al comunismo o cuando menos al socialismo. En el caso de personas que creen en la necesidad de transitar al socialismo, la citada transformación era el inicio de esa construcción. Hoy la realidad nos empieza a dejar ver que no es así.
Por otro lado, pensar que en el socialismo las empresas ya no tendrán utilidades, ni será legítimo que las tengan, es un gravísimo error desde su base; si nos fijamos en el propósito principal del modo de producción capitalista es la creación de riqueza a partir del trabajo, pero el valor generado por este siempre terminará en los dueños del capital y de los medios de producción.
En la etapa actual del desarrollo capitalista, el ente más beneficiado es el capital financiero, prueba de ello es que el volumen de utilidades de esas entidades siempre es mayor que el de cualquiera otra, aunque se trate de empresas productoras de bienes. México es un claro ejemplo de lo que afirmo.
La ideología del Humanismo Mexicano, aparece más bien como una forma de capitalismo con un sentido menos violento en términos de explotación del trabajo asalariado, en esencia más humano, considerando que los salarios, prestaciones y beneficios para la gente que vive del salario sean más justos y menos precarios, lo que en el fondo, activa al mercado interno y propicia que el capitalismo se desarrolle con mejores condiciones. Esto siempre será poco aceptado por quienes detentan el poder económico, especialmente cuando esa vía acorta la brecha entre clases sociales, lo que en esencia tendría que considerarse como una característica del clasismo racista.
Así pues, puedo afirmar que la Cuarta Transformación camina hacia un capitalismo más humano y pretende el desarrollo del capitalismo con un poco menos de injusticia social. Está claro que no es izquierda socialista.
Partiendo de lo anterior y con la claridad de que en el socialismo los medios de producción, en su mayoría ya no son propiedad privada sino social, también deberán tener utilidades y estas tendrán que ser mayores a las de las empresas privadas, lo que en verdad establece la diferencia, es quién es propietario y por ende toma las decisiones en las empresas que se crean desde el Estado o desde las comunidades, que en el caso del socialismo, serán los trabajadores a través de estructuras democráticas para hacerlo y con la dirección del Estado, que será quien las administre para socializar las utilidades. Un claro ejemplo de que es posible y de que genera desarrollo, es China.
Yo afirmo que todas magnas obras con que inició la 4T, tienen que resultar productivas, pero que las utilidades tendrán que convertirse en propiedad social que de inicio tendrían que generar mayor y mejor desarrollo de las propias entidades productivas y después derramar sus beneficios a las personas que trabajan en ellas y a las comunidades en donde habitan, así como al Estado en su momento, siempre en ese orden.
La confrontación con la burguesía transnacional que se presenta en la voz de Trump y sus asociados, se da como producto del establecimiento de esta posibilidad de desarrollo autónomo independiente.
En algún momento anterior, me pareció claro que la violencia iba a crecer en el país y así ha ocurrido en gran medida y es producto de la asociación de los agentes de la derecha fascista con los generadores de violencia y el crimen organizado, porque así, su finalidad de lograr que el gobierno de Estados Unidos intervenga en México se hacía factible al declarar como terroristas a esas organizaciones. Trump amenaza con esa declaración. Ya no es tiempo de hacerle el caldo gordo a la derecha, ni a los pro intervencionistas. Es tiempo de engrosar sin miedo las filas de la defensa de la integridad de nuestro territorio.
La fortaleza del gobierno de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, es la misma que representa la unidad nacional. Es imperativo que tanto MORENA, como la oposición, presenten un solo frente, sólido y serio frente al gobierno de Donald J. Trump. Cualquier actitud que debilite la unidad nacional, tendría que ser considerada como traición a la patria, mucho más seriamente que en el pasado con el voto de la oposición.
La calma relativa con que el PRIANMC tomó sus respectivas derrotas, no es sino el signo inequívoco de que su expectativa está cifrada en una intervención imperialista. Cualquier cosa puede pasar, menos que los mexicanos permitamos algo así.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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