Desde uno de los foros más relevantes del mundo, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lanzó un mensaje firme y esperanzador: “La política se inventó para evitar la guerra”. Con esa frase, sintetizó su llamado a los líderes del Grupo de los Siete (G7) para repensar el rumbo del mundo y construir una comunidad internacional basada en la paz, la justicia y la cooperación.
En su intervención ante las principales potencias económicas, la Presidenta Sheinbaum destacó que México es un país con vocación pacífica y diplomática. Retomando los principios constitucionales de respeto a la soberanía y al desarme, evocó la figura de Benito Juárez para subrayar que “ningún interés económico, geopolítico o estratégico debe situarse por encima del respeto a la vida humana”.
En un contexto global marcado por conflictos armados y tensiones crecientes, la mandataria federal de nuestro país, propuso una salida distinta: la diplomacia activa. “La política se inventó para evitar la guerra en cualquiera de sus manifestaciones: bélica, comercial o fría […], para que la paz se construya, no se imponga”, dijo ante la Cumbre del G7, al defender la necesidad de una paz con justicia, comercio justo y derechos humanos.
La mandataria también puso sobre la mesa una propuesta concreta: una Cumbre por el Bienestar Económico, donde participen tanto potencias como países en desarrollo. La meta, explicó, es establecer nuevas reglas de cooperación económica global que beneficien a todas las regiones y no solo a unos cuantos.
En el tema migratorio, la Presidenta Claudia Sheinbaum pidió un trato digno para los millones de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos. “Son personas que han aportado al desarrollo de sus comunidades con trabajo honesto e integración social”, sostuvo, al exigir respeto y reconocimiento.
Finalmente, concluyó con un mensaje poderoso: “El poder no se mide sólo por lo que se tiene, sino por lo que se hace con él”.

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