Casi tres años después del estallido social en las calles de Chile, que llevó a un referéndum para cambiar la constitución, la Convención Constitucional produjo en julio el borrador de una nueva Constitución y los chilenos tendrán que decidir ahora y en un Plebiscito Nacional si “desechan” la Constitución de Pinochet por una nueva.
Ante este, el presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que la jornada del plebiscito constitucional será un evento histórico, en el cual todo el mundo tiene los ojos en el proceso.
“Este momento histórico quedará guardado por mucho tiempo, nos están mirando desde todo el mundo, ejerzamos nuestro derecho y deber de escribir la historia mediante el voto con responsabilidad, con tranquilidad, con calma y mucha alegría y orgullo“, señaló.
Asimismo, el presidente aseguró que los chilenos deben sentirse profundamente orgullosos, porque en los momentos difíciles que pasó el país, tomaron el camino de avanzar en más democracia, y no en menos.
Por otra parte, el presidente de Chile, Boric, aseguró que pese a cualquiera resultado del plebiscito constitucional de este domingo, convocará a la “unidad nacional” en un ejercicio con “más democracia” para superar fracturas sociales.
“Puedo garantizar que nuestra voluntad y acción, independiente de cual sea el resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de las organizaciones sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos”, puntualizó.
Cerca de 3 mil centro de votación han abierto este domingo en Chile para dar inicio a una de las votaciones más importantes de su historia reciente. Más de 15 millones de electores fueron llamados a votar este domingo para aprobar o rechazar una nueva Constitución que reemplazará la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Constitución de Pinochet
La Constitución sentó las bases donde se instaló la economía neoliberal chilena gracias a las políticas económicas de los “Chicago Boys”, profesionales evangelizados por Milton Friedman desde mediados de los años cincuenta y cuyos experimentos privatizadores y desmanteladores del Estado fueron funcionales a Pinochet, quien pudo expandir su poder con el beneplácito de la elite empresarial. Así, instituciones como las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) fueron impulsados por estos economistas bajo la siguiente lógica: el dinero que se ahorra obligatoriamente para la vejez puede ser administrado y operado internacionalmente por privados, quedándose con las ganancias y transfiriéndoles las pérdidas al cotizante. Algo que el Dictador no permitió en las fuerzas armadas y carabineros que son los únicos cuya jubilación no juega en ese sistema hasta el día de hoy.
Cambios en la nueva Constitución
La Nueva Constitución propuesta por el gobierno Gabriel Boric vendría a cambiar las reglas, garantizando a los chilenos el acceso a los derechos fundamentales como educación, salud y calidad de vida, reconociendo a mujeres, pueblos originarios, niños y adultos mayores (que en el texto de 1980 ni siquiera eran mencionados). También se establecen nuevas reglas para el cuidado del medio ambiente, la no discriminación, un sistema económico que impida los monopolios que rigen actualmente y el fin de instituciones como el Senado o el Tribunal Constitucional que, según los argumentos que se impusieron en la Convención entorpecían el proceso legislativo.
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