En una sesión marcada por avances en el tipo de cambio, el peso mexicano se apreció un 1.3% frente al euro, 1.4% frente al yen japonés y 0.5% frente al yuan chino, de acuerdo con un análisis reciente del economista y politólogo Mario Campa. Sin embargo, para Campa, la relevancia de estos movimientos va más allá del valor del peso, ya que ofrece pistas sobre la situación y perspectivas de la economía mexicana en el contexto global.
El economista destaca dos factores fundamentales que explican la fortaleza del peso frente a estas monedas. En primer lugar, apunta a una mejora en los pronósticos para la economía de Norteamérica, con un crecimiento sostenido en México y Estados Unidos que impulsa la actividad comercial y financiera en la región. Este escenario favorable coloca a México como un socio clave en la cadena de suministro de América del Norte, fortalecido por acuerdos como el T-MEC, que afianzan la cooperación regional.
El segundo factor que explica esta apreciación es la ventaja competitiva de México en comparación con economías como la de Europa, Japón y China, que enfrentan mayores riesgos arancelarios y comerciales. Campa señala que México está mejor posicionado para resistir estas amenazas debido a su integración en el bloque regional, lo que le ofrece un margen de seguridad frente a barreras comerciales que afectan a otros países.
Además, este contexto podría beneficiar a México al ampliar su participación en las importaciones de Estados Unidos, aprovechando el vacío dejado por otras economías. Para Campa, este crecimiento de la participación mexicana en el mercado norteamericano puede ser una oportunidad para captar mayores inversiones, consolidando a México como una opción viable en medio de la incertidumbre global.
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