El pasado fin de semana, distintos medios extranjeros difundieron la noticia de que dos empresarios israelíes habían sobornado a Enrique Peña Nieto con 25 millones de dólares, para comprar licencias del software espía Pegasus.
Pegasus es un software que Felipe Calderon adquirió como parte de servicios de inteligencia y que, según el relato, Peña Nieto continuará usando.
Ante las acusaciones, el priista negó mediante su plataforma de X haber recibido dinero por parte de Uri Emmanuel Ansbacher y Avishai Samuek Nerian, empresarios que lo implican en el soborno millonario.

En una entrevista con diversos medios, Peña Nieto explicó que estas acusaciones son parte de una disputa de dos empresarios israelitas, que ya habían trabajado en el sexenio de Felipe Calderón.
“Ningún presidente o gobernador son los responsables de asignar contratos a empresas o prestadores de servicios. No está en nuestro ámbito de competencia, no nos corresponde”.
El exmandatario aseveró que durante su estancia en el Poder Ejecutivo solo se dedicó a diseñar líneas de conducción del país y a desarrollar proyectos de infraestructura a través de las áreas correspondientes.
Por último el nacido en Atlacomulco expresó no recordar haber tenido contacto con los empresarios señalados y que el enlace con estos personajes fue através de los cónsules, quienes investigaron la trayectoria de los israelitas.
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