México es uno de los países en el mundo que encabeza la lucha antineoliberal a la vez que, en el panorama mundial, hay un giro a la derecha. De aquí la importancia del paquete de reformas que envió el presidente López Obrador el pasado 5 de febrero, mismas que se estarán discutiendo en el Congreso el próximo mes de septiembre para su aprobación.
El neoliberalismo nos arrebató a las y los mexicanos el Estado de Bienestar por el que se había optado como forma de gobierno años atrás. Si bien, no se había llegado a un bienestar social en el que las desigualdades subsanaran, tampoco se vivía en un capitalismo salvaje; sin embargo, el modelo que se nos impuso bajo el gobierno de Miguel de la Madrid nos llevó a una crisis social con una desigualdad profundamente devastadora.
A 36 años de dominio del neoliberalismo su herencia ha sido sobreponer al poder económico sobre el político pues se redujo al Estado; ha sido también la violación a nuestros derechos de tener acceso a la salud, educación, a una vivienda, a una vida digna; ha sido, la subcontratación, los salarios de miseria; ha sido el debilitamiento de la soberanía mexicana y el abuso de las trasnacionales. En fin, enlistar la herencia del neoliberalismo no es lo difícil, sino el salir de este.
En este sentido, las 20 Reformas son en gran parte sociales, pero igual lo son políticas. Para el caso de la primera podemos mencionar: Reconocer como sujetos de derecho público a comunidades originarias y afromexicanas, Reforma de vivienda (Infonavit), Trenes de pasajeros, entre otras, mientras que en materia de política encontramos entre ellas a la Reforma Electoral y Reforma al PJF. Estos cambios a la Constitución plantean una transformación estructural para continuar en la transición de un modelo de apertura de mercados a la de un Estado de Bienestar y de democracia participativa.
Resulta imposible abarcar todas las Reformas en un articulo y aunque muchas de ellas sean imprescindibles, lo que en realidad garantizará la consolidación de la Cuarta Transformación es la Revolución de las conciencias, porque, así como lo más alarmante de la herencia neoliberal no fue en realidad lo económico, sino lo cultural, es decir, la apatía social; la importancia de las Reformas comienza con la voluntad popular que manifestó el pueblo de México al votar por el Plan C, y en lugar de mantener su importancia en si mismas, esta radica en la politización del pueblo mexicano y la memoria histórica.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios