Un grupo de 15 países del Caribe planea exigir a Reino Unido reparaciones económicas por los daños derivados del comercio de esclavos. La cifra reclamada podría alcanzar las 206.000 millones de libras (269.000 millones de dólares), según un reporte reciente. Los líderes de estas naciones, que integran la Mancomunidad de Naciones, discutirán el tema en su próxima reunión en Samoa, el 21 de octubre.
La demanda se basa en el impacto devastador del comercio transatlántico de esclavos, una práctica que duró varios siglos. Un informe de la Comisión Nacional de Reparaciones Afroamericanas publicado en junio del año pasado detalló las estimaciones de lo que podría suponer la factura total para Reino Unido, con cifras que oscilan entre 206.000 millones de libras y hasta 18,8 billones de libras (24,5 billones de dólares). Patrick Robinson, exjuez de la Corte Internacional de Justicia, ha sido uno de los principales defensores de esta causa. En agosto del año pasado, afirmó que Reino Unido no puede seguir ignorando las peticiones de reparaciones, que buscan resarcir el daño causado durante siglos de esclavitud.
Robinson subrayó que los cálculos financieros no se limitan a un periodo breve. “Se refieren a toda la duración del comercio de esclavos, es decir, cientos de años de explotación y sufrimiento”, explicó. A pesar de las décadas de peticiones, estas reparaciones nunca han sido abonadas.
Mia Mottley, primera ministra de Barbados, se ha erigido como una de las voces más firmes en esta demanda. A finales de septiembre, en un discurso ante las Naciones Unidas, insistió en que las reparaciones por la esclavitud y el colonialismo deben ser parte de un “nuevo reinicio” global. Mottley, quien ha liderado los esfuerzos de las naciones del Caribe en esta lucha, se reunió recientemente con el rey Carlos III del Reino Unido. La primera ministra elogió al monarca por reconocer públicamente hace dos años que ha llegado el momento de abordar el tema de la esclavitud.
La reunión de los jefes de Gobierno de la Mancomunidad de Naciones en Samoa promete ser un momento clave en la lucha por las reparaciones históricas, un tema que ha ganado impulso y que los países caribeños están decididos a poner en el centro del debate internacional.
Comentarios