Un bombardeo israelí en un campo de desplazados en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, causó la muerte de al menos 45 personas, según un nuevo balance comunicado por autoridades palestinas este lunes. El ataque, parte de la ofensiva de Israel contra Hamás que comenzó hace más de siete meses, ha provocado condenas de Egipto, Jordania, Kuwait y Catar.
El Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás, reportó que entre los muertos hay 23 mujeres, niños y ancianos, y que 249 personas resultaron heridas. Miembros de la defensa civil de Gaza indicaron haber encontrado varios cuerpos carbonizados por el incendio causado por el bombardeo. Imágenes de la Media Luna Roja Palestina mostraron escenas caóticas de personal médico evacuando a los heridos, incluidos niños.
“Acabábamos de terminar la oración de la noche y nuestros hijos estaban durmiendo cuando de repente oímos un fuerte ruido y vimos fuego por todos lados. Los niños gritaban, el ruido era aterrador”, relató una sobreviviente que no quiso ser identificada. El Comité Internacional de la Cruz Roja informó que uno de sus hospitales de campaña recibió una “afluencia de heridos en busca de atención por lesiones y quemaduras”.
El ejército israelí afirmó haber alcanzado una “instalación de Hamás en Rafah”, donde murieron Yassin Rabia y Khaled Nagar, altos cargos del grupo islamista. Añadió que estaba al tanto de informes que indicaban que varios civiles resultaron heridos y que el incidente está siendo investigado.
Tras el bombardeo, Hamás llamó a los palestinos a “levantarse y marchar” contra la “masacre” del ejército israelí. Egipto denunció el ataque como una “violación peligrosa” del derecho internacional, mientras que Jordania acusó a Israel de cometer “crímenes de guerra”. Kuwait y Catar también condenaron el ataque.
Horas antes del bombardeo, Hamás disparó cohetes contra Tel Aviv y otras áreas de Israel en respuesta a lo que llamaron “masacres sionistas contra civiles”. Las defensas aéreas israelíes interceptaron la mayoría de los cohetes, sin registrar víctimas.
El conflicto, que comenzó el 7 de octubre con un ataque de comandos islamistas en el sur de Israel, ha dejado hasta el momento 36,050 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud gazatí. Naciones Unidas ha advertido sobre una inminente hambruna en el territorio palestino, asediado por fuerzas israelíes.
Ante la creciente condena internacional, España, Irlanda y Noruega prevén reconocer a Palestina como Estado, un paso que hasta ahora han dado más de 140 miembros de la ONU. En respuesta, Israel ha tomado medidas punitivas contra estos países, acusándolos de “recompensar el terrorismo”.
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