Pido perdón a todos los lectores si doy spoilers
El 17 de diciembre del 2022, el periódico L.A. Times reporto que el presidente de los Estados Unidos Joe Biden y la secretaría de energía estadounidense Jennifer Granholm revocaron la decisión del Comité de Energía Atómica (CEA) de 1954, en las que despojaban de sus acreditaciones de seguridad al Dr. J. Robert Oppenheimer (1904-1967). Mediante un proceso viciado propiciado por Lewis Strauss, presidente de la CEA, en que infringieron las propias normas de la comisión para acusar a Oppenheimer de ser una amenaza para la seguridad nacional, por sus simpatías por el comunismo y mostrar una fuerte oposición al desarrollo de la bomba de hidrógeno, en una audiencia de cuatro semanas en las que revocaron su acreditación de seguridad. Con el paso del tiempo, se encontraron más pruebas sobre el proceso injusto y carente de imparcialidad al que fue sometido el padre de la bomba atómica mientras se reafirman aún más “las pruebas de lealtad y amor hacia el país”, así lo señaló Granholm en un comunicado.
Esta reversión fue celebrada por el senador federal Patrick Leahy, de Vermont, señaló en un comunicado que la decisión de 1954 fue producto de una “audiencia injusta y carente de ética que sería rotundamente condenada en la actualidad”. “Esta decisión reafirma que los científicos del gobierno, sean renombrados como Oppenheimer o un técnico o técnica cumpliendo su trabajo diario —incluidos aquellos dispuestos a plantear preocupaciones de seguridad o manifestar opiniones impopulares sobre asuntos de seguridad nacional— pueden hacerlo libremente y que sus casos serán revisados imparcialmente con base a los hechos, no a animosidad personal ni política”.
Curiosamente, la revocación de Granholm coincidió con el lanzamiento del primer avance de la película de Oppenheimer, dirigida porel cineasta Christopher Nolan, basada en el libro ganador del premio Pulitzer Prometeo americano. El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer de Kai Bird y Martín J. Sherwin, finalmente estrenada en salas de cine el pasado 20 de julio de este año. Esta es la primera vez en la que relaciono una columna con una reseña cinematográfica.
“Sabíamos que el mundo ya no sería el mismo…unas personas rieron…unas personas lloraron…la mayoría se quedó en silencio. Recuerdo la línea del la escritura hindú, el Bhagavad-Gita. Vishnu está tratando de persuadir al príncipe para que pueda cumplir con su deber y para impresionarlo toma su forma con múltiples brazos y dice: ahora me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos”.
Estas fueron las palabras mencionadas por Oppenheimer después de crear la primera bomba atómica y dio fin a la Segunda Guerra Mundial tras ser detonadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. La idea de crear un arma de un potencial tan destructivo, surgió de una carta fechada el 2 de agosto de 1939, en la que entregó el físico Albert Einstein al presidente Franklin Delano Roosevelt, con el fin de tomar medidas para el desarrollo de una bomba atómica tras el descubrimiento de la fisión nuclear. Al mismo tiempo, la carta pretendió hacerle conciencia a Rooselvelt que implicaría para la humanidad que esta bomba fuera desarrollada por la Alemania nazi. De manera que se concentraron sus recursos para el desarrollo de armamento atómico a escondidas de los soviéticos, por temor a usar estos conocimientos en su contra.
Arrepentido de arrebatarle el poder de la naturaleza para dársela al ser humano por un fin bélico, se empeño por frenar la amenaza nuclear mediante un plan de control internacional de la energía atómica. Pero sus acciones perturbo a ciertas figuras que defendían la idea de las represalias nucleares, como el mismo Strauss. Por lo que se empeñaron en acabar con su prestigio, reputación por medio del poder burocrático del Buró Federal de Investigación (FBI)
La película de Nolan trata sobre Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy, dirigiendo al equipo de científicos del Proyecto Manhattan en el desierto de los Alamos (Nuevo México), para crear las bombas atómicas. Al mismo tiempo, él tiene que enfrentar las acusaciones de ser un agente comunista en medio de una sórdida e irracional “cacería de brujas”, por parte de los republicanos. No es la convencional película biográfica a la que el público está acostumbrado, porque salta continuamente a épocas diferentes en la vida del científico a lo largo de sus tres horas de duración, recordándonos los trabajos del cineasta en Amnesia (2000), Interstellar (2014) y Dunkerque (2017).
Filmado en IMAX 70 mm junto con el trabajo del director de fotografía Hoyte van Hoytema, dan un resultado inimaginable al mostrarnos los hermosos paisajes del desierto de los Alamos, los salones de cada institución que piso el científico estadounidense y la osada recreación de una explosión atómica. Así mismo podemos destacar las actuaciones de Murphy como Oppenheimer, Matt Damon como el comisionado militar del proyecto General Leslie Groves, Emily Blunt como Kitty Oppenheimer, Tom Conti como Albert Einstein, Florence Pugh como Jean Tatlock, Sir Kenneth Branagh como Niels Bohr y Robert Downey Jr. Como Lewis Strauss.
El arsenal nuclear puede ser tan destructivo que en manos de una persona equivocada, sería catastrófico. En la actualidad, el número de bombas estadounidenses supera el total de 2,000 comenzado de la década de los cincuenta y que no dudaría en usar en la actual guerra entre Rusia y Ucrania, lo que implicaría para la humanidad la aniquilación total. Por lo que la película obliga al espectador, a hacer conciencia sobre las enseñanzas que nos deja Oppenheimer para armar un plan de control internacional de la energía atómica y a opinar sobre asuntos de seguridad mundial.
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