Hace algunos meses me incorporé a la compleja tarea de la enseñanza en una universidad privada de la Ciudad de México. La actividad me gusta mucho y me llena de júbilo, me motiva guiar la actividad de mis estudiantes. Notan mi entusiasmo, el compromiso que tengo con ellos y lo mucho que preparo cada sesión para que ellos puedan formar su propio proceso de aprendizaje.
El periodo lectivo comenzó y en la primera clase me intereso por conocerlos un poco y saber sobre sus logros, expectativas y lo que quieran compartir. Una chica me dijo “soy niñera y me importa estudiar esta licenciatura para realizar mejor mi trabajo”. Me pareció un objetivo loable y necesario; que una persona que cuida niños aprenda sobre psicología para poder tener herramientas para desempeñar mejor su trabajo, es una joya. Al terminar esa clase me quedé reflexionando sobre el tema y me preguntaba ¿qué necesitamos para dedicarnos a una actividad tan indispensable y poder vivir de ella?
Los tiempos que vivimos requieren hacer más eficiente los trayectos que hacemos, los alimentos que preparamos, todo tiene que ser rápido, sin mucha complicación. Además, los horarios de trabajo son largos. Familias que tienen que sustentarse sobre el trabajo de ambos padres o familias uniparentales, son vicisitudes que hacen necesario contratar a una persona para cuidar a los niños en las horas en que los padres realizan otras actividades.
Cuidar a un niño no es tarea sencilla, no sólo por la responsabilidad que carga la persona que se hace responsable, sino porque tiene que ser una actividad que involucre una fuerte implicación afectiva. Los seres humanos requieren de esa forma de interacción y se hace más necesario en los menores. Una niñera tiene que desempeñarse bien en las labores de cuidado y además vincularse con sus niños, en muchas ocasiones la actividad se sustenta sobre la experiencia de las personas, se van “profesionalizando” en el proceso de cuidar a los niños, sería deseable que fueran personas profesionales y con cierta validez para tal actividad. Hay una serie de servicios que tendríamos que repensar, primero para que sean una buena opción de sostén económico, y segundo, que permitan tener reconocimiento social.
Al igual que las personas que apoyan con la limpieza de las casas que, ahora tienen derecho a ser inscritas en el IMSS, las niñeras y otros oficios podrían ser beneficiados por los mismos derechos. Una sociedad digna regularizaría todos esos servicios que le son necesarios y pondría énfasis en que, tanto los profesionistas, como los oficios puedan ser una opción de vivir de forma digna y proveer a las personas de las condiciones indispensables para poder dedicarse a esa actividad que permita tener una vida plena.
El incremento al salario mínimo es una oportunidad de que las actividades laborales permitan tener un mejor futuro, quizá también pueda representar que el gasto en servicios de todo tipo sea mejor remunerado y que esto represente un aporte a la justicia social que paulatinamente reajuste la brecha salarial que se ha abierto con el tiempo. Junto a los oficios como estos, es necesario pensar en aquellos que representan la resistencia en contra de la sociedad del consumo. Pienso en los zapateros, boleros, las personas que saben arreglar bicicletas, los sastres, todos aquellos que son necesarios para una sociedad más sustentable. Nos venden autos eléctricos con ventajas tributarias por la participación en el cuidado del medio ambiente, pues también este tipo de servicios que tengan este objetivo podrían tener un incentivo tributario ya que aportan al mismo objetivo.
Tenemos que imaginar la forma de brindar a cada joven una posibilidad de decidir qué hacer con su vida y permitir que la elección no implique profundizar la pobreza, sino una vía factible para tener un sustento necesario y suficiente en el lugar en que se desempeñe. No sólo en las grandes ciudades hay que priorizar este tipo de servicios, es necesario lograr que las condiciones se den, además que los oficios se ajusten a los espacios sociales en donde son requeridos. Nosotros no tenemos idea de la gran cantidad de oficios que son necesarios y que necesitan capacitación para que se profesionalicen.
Espero que los lectores compartan conmigo la idea y que pronto este escenario pueda ser una realidad en cada contexto del país. Por lo pronto, me encanta tener estudiantes que ven en una carrera la oportunidad de hacer mejor su trabajo, lo celebro y me siento comprometida a hacerlo posible. Por ella y todos mis estudiantes me preparo con ahínco, aprecio y respeto.
Xunu’:
Acabo de ir a una tienda de esas donde adquieres una membresía para poder comprar y en la zona de salida tienen un letrero grande que dice “revisamos tu ticket para asegurarte que tu compra está completa”. Cuánto cinismo, ya se había aclarado que esa práctica era ilegal, mejor que nos digan que lo revisan para asegurarse de que no te llevas un producto extra.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios