La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, sorprendió con el nombramiento de Jorge Luis Lavalle Maury como titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco). Este movimiento, inesperado dentro del panorama político, ha desatado un debate al interior de la Cuarta Transformación (4T), donde diversos sectores han expresado su desacuerdo, destacando que la pluralidad del movimiento permite una sana autocrítica.
Un anuncio inesperado
El martes 3 de diciembre, Sansores compartió la designación en su cuenta oficial de la plataforma X (antes Twitter). En su mensaje, declaró:
“Hoy nombré a Jorge Luis Lavalle Maury como nuevo secretario de Desarrollo Económico, con quien trabajaremos en equipo por el bien de Campeche. ¡Le deseo mucho éxito en esta fundamental encomienda!”.
Sin embargo, esta decisión llamó la atención debido al pasado político de Lavalle Maury, quien fue senador por el Partido Acción Nacional (PAN) y estuvo implicado en el caso Odebrecht, donde se le acusó de recibir sobornos para aprobar la Reforma Energética durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Las críticas de los simpatizantes de la 4T
Aunque algunos sectores reconocieron el derecho de la gobernadora a elegir a su equipo de trabajo, múltiples voces se alzaron en desacuerdo. Usuarios en redes sociales expresaron su molestia y desconcierto, cuestionando cómo un exsenador señalado por corrupción podría ocupar un puesto tan relevante en la administración de la gobernadora.
Entre las críticas destacaron:
“INEXPLICABLE que Layda Sansores le haya dado un puesto tan importante al ExSenador Panista Lavalle Maury, que estuvo en la cárcel (trae un brazalete de localización) por coordinar los Moches de Odebrecht para que pasara la Reforma Energética con la que Peña entregó nuestros recursos naturales a los extranjeros y para las campañas electorales del PAN”, recordando los vínculos de Lavalle Maury con uno de los mayores escándalos de corrupción en México, resaltando el uso de sobornos para influir en decisiones legislativas clave.
“Pero sigan recibiendo cascajo del PAN y PRI en Morena. Ahí está López Castro, Corral, Rommel Pacheco, y tantos en cargos. Si el problema no es solo aceptarlos, es que la 4T los premia con altos cargos. Mientras las bases en el olvido. Ah pero, se enojan si se les crítica. 😉”, comentó otro usuario, recordando la incorporación de figuras provenientes de partidos opositores al movimiento, como el PAN y el PRI, señalando que las bases fundadoras de Morena podrían estar siendo relegadas.
“Sorprende la conducta de nuestra compañera Layda Sansores para haber contratado a este CRIMINAL dentro de su gobierno, habiendo tantas eminencias en materia económica y con una impecable vida profesional en Campeche. Ojalá tenga las suficientes razones para enfrentar a la crítica”, se leía en otro comentario, cuestionando la existencia de otras opciones profesionales más idóneas para el puesto, criticando duramente la elección de Sansores y llamándola a justificar su decisión.
“Que le hagan llegar la carta de AMLO y que la lea en voz alta”, aludiendo a una carta escrita por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que hace un llamado a los miembros de Morena a actuar con ética, evitar los vicios del pasado y priorizar el interés del pueblo por encima de ambiciones personales.
La pluralidad como fortaleza
A pesar de la controversia, este episodio destaca la pluralidad de la Cuarta Transformación. La capacidad de permitir la crítica interna, lejos de debilitar al movimiento, lo fortalece, al abrir espacios para el debate y la reflexión sobre sus decisiones.
Aunque los cuestionamientos hacia Sansores son intensos, este ejercicio democrático refleja el carácter diverso del movimiento y su apertura a escuchar distintas opiniones, manteniéndose fiel a sus principios de transformación social y política.
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