México y Estados Unidos se unen para frenar una amenaza silenciosa pero peligrosa: el gusano barrenador del ganado. La plaga, que ha puesto en pausa la exportación de ganado en pie desde mayo, encendió las alertas en ambos países. Ahora, una nueva estrategia binacional busca erradicarla antes de que cause más estragos.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, presentó un plan nacional de cinco puntos que incluye desde el uso de tecnología hasta cooperación directa con autoridades mexicanas. El objetivo es claro: proteger al sector ganadero y evitar que la plaga cruce fronteras.
Entre las acciones clave está la producción y liberación de moscas estériles, una técnica comprobada para frenar la reproducción del gusano. Se planea generar hasta 160 mil de estas moscas gracias a una inversión reciente de 21 millones de dólares, que también permitió modernizar la planta en Metapa, Chiapas. A esto se suma una nueva instalación de dispersión ubicada en la Base Aérea Moore, Texas, lista para operar sobre el norte de México.
El plan también contempla la creación de una franja de vigilancia entre ambos países, interceptar ganado introducido ilegalmente, y garantizar el tratamiento médico para los animales afectados. Además, habrá inversiones en innovación científica para mejorar las respuestas ante la plaga.
“Vamos a ganar esta batalla. Ya lo hicimos una vez, y lo volveremos a hacer”, aseguró Rollins, destacando el compromiso total del gobierno estadounidense con esta causa.
Desde México, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, reconoció el esfuerzo como un avance importante y confió en que pronto se reanuden las exportaciones. A través de su cuenta en X, destacó los resultados obtenidos y la colaboración activa con el Departamento de Agricultura de EU (USDA).
Este esfuerzo conjunto demuestra que, cuando se trata de proteger al campo y al ganado, la cooperación internacional es más fuerte que cualquier plaga.

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