Después de 20 años, México recuperó el pasado miércoles 10 de agosto una pieza virreinal la fue sustraída ilegalmente por en 2002 del templo de Santiago Apóstol, en el municipio de Jiutepec, Morelos
Dicha escultura se trata de una escultura de San Antonio de Padua que data del siglo XVII, la cual mide aproximadamente un metro con 50 centímetros de altura y tiene un recubrimiento de oro de 24 kilates, la cual fue sustraída ilegalmente en 2002 del templo de Santiago Apóstol, en el municipio de Jiutepec.
Esta pieza la entregó el gobierno de los Estados Unidos durante un acto protocolario en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México, que estuvo encabezado por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, y a la que asistieron el embajador de EEUU en México, Ken Salazar; el fiscal general de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero; y el jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Roberto Velasco Álvarez.
La recuperación de la escultura, fue gracias a una alerta que emitió el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a nivel nacional e internacional, que el gobierno de EEUU, a través del Buró Federal de Investigaciones (FBI), la detectó en el Museo de San Ángelo, en Texas.
De acuerdo con EEUU, la escultura fue donada por un coleccionista privado; sin embargo, en 2019 se identificó que era originaria de México por lo que debía devolverse.
Por su parte, Ken Salazar destacó que la entrega es muestra del trabajo conjunto en los diversos ámbitos que tiene la relación bilateral entre ambas naciones.
“Como esta imagen de más de 300 años habla del pasado y se habla del futuro. No se puede componer todo en un día, en una semana, en un año, en una administración, en un sexenio, pero miren alguien se robó a San Antonio de Padua, pero hay muchas personas aquí tenían la fe y la esperanza (de que se recuperaría) y el trabajo es grande por delante”, expresó.
Por otro lado, Gertz Manero, recordó que cuando el robo ocurrió la comunidad de Jiutepec de inmediato pidió a las autoridades federales su intervención para la localización y devolución. Agregó que “los mexicanos estamos volviendo a tener el orgullo de defender nuestros orígenes”.
“Esas gestiones las empezamos a manejar primero con todos los elementos que necesitaban las autoridades norteamericanas para demostrar que esta pieza formaba parte del patrimonio y más importante de una población”, puntualizó.
Finalmente, Ángel Catalán, agregado jurídico del FBI informó que para lograr la repatriación de la figura religiosa se coordinó el trabajo con la oficina de crímenes de arte en Washington, la oficina del FBI en Dallas, con el Departamento de Justicia y el Museo de San Ángelo Texas.
“La pieza fue incluida en la base de datos de arte robado que mantiene la Interpol y luego la oficina del FBI en Dallas inició el contacto con el museo y se presentó la información y la evidencia de que esta había sido robada en México hace 20 años. Poder traer esta pieza a México fue un orgullo”, dijo Ángel Catalán
Sobre el estado de conservación de la escultura, se detalló que presenta cierto grado de deterioro, aunque estructuralmente está estable, por lo que será sometida a procedimientos de limpieza, consolidación, eliminación de suciedad y elementos ajenos a la obra, para posteriormente, ser reintegrada a su comunidad.
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