El proceso electoral del 2024 en México ha dejado una estela de cifras que revelan no sólo el resultado de las votaciones, sino también el sentir y la participación activa de la ciudadanía en la configuración del futuro político del país. Es un análisis de estos números lo que nos permite comprender el verdadero pulso de esta elección histórica.
La participación ciudadana fue el motor que impulsó este proceso democrático. Con una asistencia sin precedentes del 61.04%, más de 60 millones de votos fueron emitidos en todo el país, mostrando un compromiso sólido con la democracia y el ejercicio del voto como herramienta de cambio y expresión ciudadana.
En la contienda presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo emergió como la clara vencedora, obteniendo un impresionante 59.75% del total de votos, lo que equivale a 35 millones 924 mil 519 sufragios. Su triunfo marca un parteaguas al convertirse en la primera presidenta de México y refleja también el respaldo mayoritario de una parte significativa del electorado.
Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, representante de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, se posicionó en un digno segundo lugar, obteniendo un 27.45% del apoyo electoral, equivalente a 16 millones 502 mil 697 votos. Aunque no alcanzó la victoria, su participación activa en el proceso refleja la diversidad de voces y perspectivas en la arena política.
Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, alcanzó el tercer puesto con un respetable 10.32% de los votos, lo que representa 6 millones 204 mil 710 sufragios. Aunque no logró competir en igualdad de condiciones con las dos principales coaliciones, su desempeño refleja la diversidad de opciones políticas en el escenario electoral mexicano.
Pero más allá de las fronteras nacionales, el voto de los mexicanos en el extranjero desempeñó un papel significativo en estas elecciones. Con un total de 184,326 votos emitidos desde fuera del país, la población migrante mexicana demostró un compromiso palpable con el destino político de su tierra natal. Este fenómeno no únicamente refleja la importancia de la comunidad mexicana en el extranjero, sino también su deseo de participar activamente en el proceso democrático. Estos votos se distribuyeron entre las diversas coaliciones y candidatos, con un claro respaldo hacia la coalición encabezada por Claudia Sheinbaum, quien obtuvo la mayoría de votos desde el extranjero con un impresionante respaldo del 49.6%. Por otro lado, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, también recibió un importante apoyo del 46.9% de los votantes en el extranjero. Los restantes votos se distribuyeron entre otras opciones políticas, destacando el respaldo hacia Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, quien logró captar una parte significativa de la votación desde fuera del país.
El escrutinio de los resultados también revela la configuración del poder legislativo. En la Cámara de Diputados, la coalición de Morena, PT y PVEM emerge como la fuerza dominante, con 373 legisladores, consolidando así una mayoría calificada. Por otro lado, la coalición PAN-PRI-PRD, si bien no logra alcanzar la misma contundencia, se posiciona como la segunda fuerza política con 102 curules.
Sin embargo, en el Senado, la coalición gobernante se queda a tan sólo tres escaños de obtener la mayoría calificada. Con 82 escaños en su haber, Morena y sus aliados no logran alcanzar los 85 escaños necesarios para cambios constitucionales. Aunque conservan la mayoría, este resultado plantea un escenario de negociación y diálogo en el seno legislativo.
El análisis de los resultados electorales también nos lleva a reflexionar sobre el papel de los partidos políticos en la configuración del panorama político nacional. La consolidación de Morena como la fuerza dominante en la Cámara de Diputados y su aproximación a alcanzar la mayoría en el Senado sugieren una mayor concentración de poder en manos de la coalición gobernante, lo que podría influir en las decisiones legislativas y políticas del país.
Además, la participación activa de los partidos de oposición, como la coalición PAN-PRI-PRD, evidencia la importancia de mantener un contrapeso democrático en el Congreso para garantizar un debate plural y representativo. Esta dinámica de confrontación y diálogo entre fuerzas políticas opuestas es esencial para el funcionamiento efectivo de la democracia y la protección de los derechos ciudadanos.
Por último, la creciente influencia del voto en el extranjero plantea nuevos desafíos y oportunidades para el sistema político mexicano. La comunidad mexicana en el extranjero, cada vez más activa y organizada, representa una voz importante en el proceso electoral y un puente entre México y el mundo. Su participación activa en el proceso electoral del 2024 subraya la necesidad de desarrollar mecanismos inclusivos que garanticen su representación y participación en la vida política del país.
- La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios