Hace unas semanas comprando un comal de barro en Jojutla, Morelos, me llamó mucho la atención el periódico con el que lo envolvieron. El comal se lo compré a unos comerciantes indígenas ambulantes y pobres que no tendría al caso mencionarlo pero fue muy significativo después cuando vi de qué se trataba la publicación. “El Mensajero” tiene en la portada encabezados como estos: “Una maldición me persigue”, “Señales de que un mal te domina”, “Fui víctima de una vida maldecida” y “Los trabajos de dominio no son un juego”.
La curiosidad de periodista me llevó a revisar con detenimiento qué otro contenido traía. Me llevé una sorpresa cuando me percaté de que anuncian en casi todas sus páginas un programa transmitido por TV Azteca y por el Canal dos de Televisa, minutos después de la media noche, titulado “Mundos Ocultos” un programa que habla de fenómenos paranormales, brujería y maldiciones. Esto me intrigó aún más y busqué la información de edición.
En un recuadro muy pequeño encontré que El Mensajero es una publicación semanal gratuita, cuya dirección general está a cargo de la iglesia Universal del Reino de Dios Oración Fuerte al Espíritu Santo A.P. El editor responsable es Leonardo Vitor Da Silva, cuyo domicilio de publicación es Yucatán 160, Colonia Roma Norte en la Ciudad de México y que cuenta con un tiraje de 104,300 ejemplares.
Es decir, este amasijo de superstición, catastrofismo y brujería se reparte gratuitamente para envenenar la mente humana de miedos, culpas y mentiras para poder exprimirles el bolsillo a sus feligreses, en nombre de una religión y un Dios que promete abundancia pero que no deja de hablar de Satanás.
La Iglesia Universal del Reino de Dios es evangélica. Su particularidad, quizá, radique en su estridencia y en sus modos. Es una forma religiosa que se caracteriza por tener un modo muy espectacular de proselitismo, con pastores gritones, cultos multitudinarios, mucho uso mediático y una gran combinación de recursos materiales y simbólicos. Yo diría métodos agresivos y hasta peligrosos.
Nace en Brasil y ya se extiende por América Latina, desde Argentina hasta México. Por ejemplo su página de Facebook aquí en el país, tiene más de tres millones de seguidores. Esta secta-culto ha construido su imperio con los medios de comunicación a su favor. Así que mientras la Iglesia se expande, también crece el conglomerado mediático con el que hoy cuenta: la segunda cadena de televisión más vista de Brasil, radios, películas, series, canciones y en México semanarios como El Mensajero y programas de TV como Mundos Ocultos.
Las ceremonias de la iglesia mejor conocida por el lema de “Pare de Sufrir” según una nota periodística chilena, están llenas de exorcismos sobreactuados, testimonios de milagros y muchos diezmos, donaciones y dádivas. En una especie de transe colectivo donde la gente está ávida y necesitada de creer en algo, se hacen lavados de cerebro y quién sabe si de otras cosas más metálicas.
Su fundador, Edir Macedo Bezerra es un multimillonario brasileño (aparece en Forbes como poseedor de más de mil cien millones de dólares), que ha sido acusado y absuelto por lavado de dinero en Brasil y su empresa está en plena expansión. En Chile por ejemplo, hizo una inversión de más de seis millones de dólares para la construcción de una nueva catedral con capacidad de más de dos mil personas y para la compra de más espacios en televisión y radio.
El empresario Macedo vive en Atlanta y es dueño de una filial de la televisora Telemundo, también es fundador del acomodaticio y derechoso Partido Republicano de Brasil (PRB). Desafortunadamente me temo que los dineros de los diezmos que con tanto sacrificio aportan los incautos feligreses, están depositados en su cuenta y son utilizados para hacer posible estas jugosas inversiones.
La Universal, es una iglesia/maquinaria para conseguir dinero que va directo a la yugular de sus adeptos. Por ejemplo, en el mes de diciembre hacen una operación llamada “Campaña de Israel”, para la cual le piden a sus seguidores que de manera “voluntaria” hagan el “sacrificio de sus vidas” a cambio del milagro que se verá traducido en dinero.
En este” sacrificio” se les induce a vender todo lo que tienen para entregar el dinero a la iglesia pero sin contarle a nadie, porque es un trato “entre ustedes y Dios”. Claro que si usted no ha recibido ese milagro es porque “su sacrificio no fue verdadero o su sacrificio sí fue verdadero pero Dios lo está preparando para que sepa manejar las cosas grandes que aún van a llegar” sentencia el mismo fundador.
Así, personas que se reconocen a ellas mismas en situación de extrema precariedad económica o afectadas por problemas personales graves, son convencidas de deshacerse de todos sus bienes para pagar por un milagro. Y da resultado, el público hace filas para entregarles su contribución y a este se le recuerda que si no tiene dinero en efectivo, puede dar a través de sus tarjetas de crédito o débito.
Publicaciones deleznables como El Mensajero, le hacen un gran daño a la población humilde y susceptible de manipulación por parte de estos mercenarios religiosos quienes ostentan que ya tienen sedes en los treinta y dos Estados de la República Mexicana. Siendo gratuito, el semanario llega a la población más vulnerable que tiene una creencia espiritual arraigada y una gran necesidad económica. ¿Hasta cuándo habrá una regulación más estricta en cuanto a publicaciones morbosas y dañinas como esta o como El Gráfico, Publimetro, Pásala, Impacto y demás? Mientras esto no suceda seguiremos padeciendo en México de violencia, fraudes, estafas y feminicidios.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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