El economista Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, fue elegido este lunes como nuevo líder del Partido Liberal con un contundente 85.9% de los votos, lo que lo posiciona para suceder a Justin Trudeau como primer ministro del país. Su llegada marca un giro histórico: será el primer jefe de gobierno canadiense sin experiencia política previa, en un contexto en el que el opositor Partido Conservador domina las preferencias electorales.
Trudeau, quien anunció su renuncia en enero de 2025 tras una crisis interna en su partido y una caída en su popularidad, deja el cargo tras casi una década en el poder. Su salida se aceleró por las tensiones con Estados Unidos, liderado por Donald Trump, y por el descontento dentro del Partido Liberal, que enfrentaba una posible derrota electoral ante los conservadores.

Carney, el tecnócrata que busca estabilizar al oficialismo
Carney, de 59 años, superó a la exministra de Finanzas Chrystia Freeland (8% de los votos) en una elección interna. En su primer discurso como líder liberal, destacó su experiencia al frente de bancos centrales y prometió enfocarse en resolver la guerra comercial con Estados Unidos: “Trump quiere debilitarnos, pero Canadá no cederá”, afirmó.
Aunque los liberales han recuperado terreno en las encuestas desde que Trudeau anunció su dimisión —gracias en parte a su manejo de las tensiones con Trump—, el Partido Conservador mantiene una ventaja significativa. Analistas sugieren que Carney enfrenta el desafío de unir a su partido y convencer a un electorado desgastado por casi diez años de gobierno liberal.
La caída de Trudeau y el ascenso conservador
Trudeau, quien gobernó desde 2015 con tres victorias consecutivas, enfrentó una rebelión interna tras la salida abrupta de Freeland como viceprimera ministra en diciembre de 2024. Para entonces, las encuestas proyectaban una victoria conservadora de más de 20 puntos.
El nuevo primer ministro hereda además una economía tensionada por aranceles estadounidenses a productos canadienses, un tema que Trump ha usado como herramienta política. Carney insistió en que su perfil técnico lo hace idóneo para negociar con Washington: “No soy político, pero sé cómo mover las piezas en una crisis”.
La elección de Carney reactiva la maquinaria liberal de cara a los comicios generales de 2025, aunque expertos advierten que su falta de experiencia en cargos electos podría restarle apoyo en regiones clave. Mientras, el Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, capitaliza el malestar por la inflación y el costo de vida.
Trudeau, por su parte, se despidió con un llamado a “defender el progresismo” en un acto en Ottawa. Su legado, sin embargo, queda en entredicho: aunque impulsó políticas climáticas y sociales, su último año estuvo marcado por escándalos y divisiones. Ahora, Canadá apuesta por un banquero para frenar el avance conservador.

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