Durante la conferencia matutina, Luisa Alcalde, titular de la Secretaría de Gobierno, esbozó la historia y las transformaciones del sistema de pensiones en México, destacando los cambios significativos que han definido la jubilación de los trabajadores a lo largo de las décadas.
Alcalde recordó que, entre 1973 y 1997, el sistema de pensiones operado por el IMSS permitía que los trabajadores se jubilaran a los 60 años con tan solo 10 años de contribución, recibiendo una pensión equivalente al salario que percibían en activo. Sin embargo, en 1995, durante el mandato de Ernesto Zedillo, se implementó una reforma sustancial que cambió el sistema de un modelo solidario a uno de cuentas individuales administradas por las Afores. Este cambio significó que la pensión ya no se calcularía en función del salario, sino del ahorro acumulado, lo que redujo considerablemente la pensión promedio: un trabajador que ganaba $10,000 pasaría a jubilarse con solo $2,700.
En 2007, bajo la administración de Felipe Calderón, se introdujo otra reforma para los trabajadores del Estado, también pasando de un sistema solidario a uno de cuentas individuales, aunque con mejores condiciones que el modelo anterior: un trabajador con un salario de $10,000 podría esperar una pensión de $6,400.
La secretaria destacó que el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca corregir las deficiencias de estos modelos anteriores. La nueva iniciativa propuesta tiene como objetivo que los trabajadores reciban el 100% de su último salario registrado antes de jubilarse, intentando restaurar la equidad y la justicia en el sistema de pensiones del país.
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