´´El gobierno de López no da resultados´´, dicen unos, ´´nos trajo la cultura de la pobreza´´, repiten otros, ´´ ¡vamos hacia una dictadura! ´´, reclaman con odio, ´´todos los que siguen a López, lo hacen porque los mantiene´´, sostienen con indiferencia, mientras que, al mismo tiempo, repiten, ´´no hay beca que alcance´´. En fin, las contradicciones sobran y los argumentos faltan…
Los números no mienten sobre la legitimidad de un presidente que marcó el final del neoliberalismo en México y comenzó el combate a la corrupción, el principal problema de nuestro país. La empresa global de inteligencia, Morning Consult ubica al presidente López Obrador con un 73% de aprobación, es decir, 4 puntos por debajo del mandatario más aceptado a nivel mundial, Modi de la India; algo bastante interesante comparando dicha aprobación con la de otros mandatarios como es el caso de Estados Unidos o Corea del Sur con un 42% y 24% respectivamente.
Este es un dato que desemboca en una estabilidad política, que, a su vez, abre paso a una buena situación económica. Comenzando por la política social de primero los pobres, que remplaza a la política económica neoliberal, que desde hace 36 años venía marcando la creciente desigualdad e injusticia que solo beneficiaba el poder adquisitivo de los sectores más ricos, en claro detrimento a los ingresos de los sectores más pobres de México. En donde, un estudio publicado en 2015 por Oxfam señala que el 1% de la población acapara el 21% de los ingresos totales de nuestro país ¡La cifra más alta en el mundo! México se ganó un lugar entre los países más desiguales del planeta, para 2012, según el CONEVAL ya habían 53.3 millones de personas en pobreza. Es por eso, que haciendo lo moralmente correcto y siendo democráticos, sí es, primero los pobres, además, de que con la aplicación de esta política también se ve beneficiado el sector de la clase media y alta al bajar los delitos, como es el caso de la baja al delito de secuestros con una disminución de 73.5% con respecto a enero de 2019.Siguiendo con esta misma línea, los programas sociales implementados por el presidente López Obrador, entre los cuales resaltan, el apoyo a adultos mayores, becas Benito Juárez, Jóvenes construyendo el futuro, sembrando vida, entre otras.
Además de representar el principio de ´´por el bien de todos, primero los pobres´´, forman parte de una reactivación económica en el país y de una estrategia de pacificación. Con ello, en el humanismo mexicano en contraste con el neoliberalismo, existe una mayor distribución de los ingresos.
En cuanto a los índices económicos, México es el país con menor inflación de energéticos de los 34 países dentro de la OCDE, y el país con el mayor crecimiento del PIB en los últimos trimestres de medición en 2022.Ya no es el ´´échale ganismo´´ cínico del neoliberalismo, ahora es el apoyo directo a los más necesitados, la inversión en infraestructura y la dignificación justa a las y los trabajadores de nuestro país a través del aumento al salario mínimo, que llevaba 40 años estancado internacionalmente en 88 pesos.
Mientras el promedio salarial de la OCDE era de 15,180, el de México en 2017 se mantuvo en 1,982, de igual forma nos mantuvimos constantemente por debajo de los demás integrantes de la OCDE. En conclusión, se está regresando el bienestar y el verdadero estado de derecho a nuestro país con una forma diferente de gobernar, pues ahora es el pueblo el que gobierna.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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