Tras el muy reciente asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada y su asesor, José Muñoz, no se hicieron esperar los oportunistas, los del hambre rapaz, los descorazonados, irrespetuosos, servidores de gente que sólo quiere descalificar al movimiento que hoy está al frente de nuestro país.
Sin importar el dolor ajeno, el luto, la memoria de las víctimas, los carroñeros de Azteca ya fueron a decir, en voz de Isidro Corro, que este acto “apunta a un ajuste de cuentas”. Vaya descaro, decir incluso que la “primer línea de investigación” es la que da rasgos de tal falsedad. ¿Dónde está la información oficial que respalde estas palabras? Exacto, no existe.
Y es que una cosa es que exista la oposición, cosa que no cambiará de ninguna manera y que está bien; pero ya es otro asunto el utilizar un acto tan atroz y la reciente muerte de alguien para sacar la ponzoña y difundir mentiras a través de redes sociales.
Uno elige qué medio seguir, dónde enterarse de lo que pasa en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo, pero hay que recibir las noticias con conciencia, investigar, no conformarse con lo que se escucha o se lee. Porque existen personas como ellos, como Corro y todo Azteca, que más allá de su “profesión”, responden al que “tiene el dinero” “al que paga”; que no piensan con cabeza propia, que sólo son una extensión de la abeja reina.

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