El 17 de marzo, numerosos ciudadanos en Santiago de Cuba, Bayamo, Granma, y otras regiones de Cuba salieron a protestar contra la falta de alimentos y los recientes apagones. El presidente cubano, Miguel Díaz- Canel alertó este lunes que los últimos sucesos en una zona de Santiago de Cuba están siendo utilizados por adversarios de la Revolución con objetivos de desestabilización.
El presidente cubano consideró que los enemigos de la Revolución intentan capitalizar el descontento con el suministro eléctrico y la distribución de alimentos para desestabilizar el gobierno. También calificó las protestas como actos contra la seguridad interna del país, originados por terroristas en Estados Unidos.
No obstante, afirmó que tanto el Partido Comunista de Cuba como las autoridades gubernamentales están respondiendo a las demandas del pueblo y trabajando para mejorar la situación.
La Embajada de EE.UU. en Cuba exhortó al gobierno cubano a “respetar los derechos humanos de los manifestantes y a responder a las necesidades legítimas del pueblo cubano”. En respuesta, Josefina Vidal, viceministra de Relaciones Exteriores de Cuba, desatcó lo cínica y despreciable que resulta la petición de la embajada, debido al cerco brutal económico impuesto por Estados Unidos durante más de 60 años.
Comentarios